Una denuncia de violación ha puesto en jaque la versión española del programa de telerrealidad Gran Hermano, de la que grandes compañías han retirado la publicidad para no verse afectadas por la polémica.
La justicia está investigando la denuncia presentada por una de las participantes del programa, Carlota Prado, quien dice haber sido violada por otro concursante, José María López Pérez.
La joven afirma que en noviembre de 2017 cerca de Madrid, se encontraba inconsciente después de una fiesta en la que se consumió mucho alcohol.
En aquel momento, los productores expulsaron a López Pérez del programa, en el que los concursantes se encierran durante semanas o meses en una casa sin acceso al mundo exterior. La supuesta agresión ocurrió con los dos bajo un edredón, y las imágenes nunca se difundieron.
No obstante, el caso ha vuelto a la actualidad después de que el diario digital El Confidencial reportara recientemente que al día siguiente de la presunta violación, Carlota Prado tuvo acceso a las imágenes, y se vino abajo al verlas.
El digital difundió un video tomado en el llamado 'confesionario', una habitación de la casa en donde los concursantes hablan a la cámara acerca de su experiencia. En él se ve a Carlota Prado muy molesta cuando se le pide mirar las imágenes en cuestión.
En un momento dado, la chica, de 24 años, le pide a los productores, con lágrimas que dejen de mostrarle las imágenes, y solicita que se le permita salir de la habitación.
Imágenes 'duras'. El artículo de El Confidencial suscitó enseguida la pregunta de por qué los productores permitieron que ocurriera la presunta violación, mientras estaba siendo grabado el programa, y por qué luego le mostraron a la chica las imágenes de lo sucedido.
'Tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras. Jamás me preguntaron si yo quería ver eso (...) si me llegan a preguntar, hubiera dicho que no', dijo Prado a El Confidencial.
El resultado es que unas 20 empresas, entre ellas Nestlé, Nissan y BBVA, anunciaron esta semana en Twitter haber retirado su publicidad del programa, emitido por Telecinco, el canal más seguido en España.
Ricardo Cirujano, portavoz de Carretilla, una conocida empresa española de platos preparados, dijo a AFP este jueves que su empresa retiró su mecenazgo a Gran Hermano 'como tantas otras marcas', pues 'no comparte sus valores'.
Mediaset España, el grupo propietario de Telecinco, dijo en un comunicado que está siendo víctima de una campaña de 'desprestigio' por parte de grupos mediáticos rivales, y aseveró que seguirá atento a 'los resultados de la investigación y al esclarecimiento total de los hechos, respetando la intimidad de las personas afectadas'.
Mediaset España es una filial de la italiana Mediaset, controlada por la familia del ex primer ministro Silvio Berlusconi.