Compartir:

Una docena de jovencitas ‘se pelean’ con acordeón al pecho la recién creada categoría de Acordeoneras Menores del 52 Festival de la Leyenda Vallenata. El escenario de la contienda es, desde ayer, el Centro Recreacional La Pedregosa, en el norte de Valledupar. Abrieron la jornada interpretando los aires de paseo y merengue, y hoy lo harán con la puya y el son.

 Entre las concursantes, con una cabellera que le llega más abajo de las caderas, está María Victoria Castilla Madero, una de las miles de víctimas que ha dejado el conflicto armado en el Caribe. El 20 de enero de este año, en su natal Arjona (Bolívar), su padre, Luis Elviro Castilla Beltrán, fue asesinado a bala.

'Llevo tres años tocando el acordeón, fue una herencia de mi papá, ya que él era un acordeonero excelente, lástima que no tuvo tiempo de tomarlo profesionalmente, pero era muy bueno', narró.

María Victoria sostuvo que se sintió cómoda en su primera presentación. La seguridad en la tarima fue lo suyo, pero admite que entre cada nota recordó a su padre, tratando de superar el dolor que le dejó la violencia.