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Lorena Meritano llegó a Colombia por primera vez por una invitación que le hizo el fallecido guionista Fernando Gaitán para participar en la secuela de Yo soy Betty la fea, titulada Ecomoda. Desde ese momento su enamoramiento con el país se mantiene imperturbable

En estos días Lorena estuvo de visita en Barranquilla para recibir la condecoración que la nombró 'embajadora de la felicidad para América Latina', de manos de Ser Feliz is Free International Fundation.

En el acto donde fue una de las protagonistas junto a otros personajes, y que se desarrolló en el Teatro José Consuegra Higgins, su intervención enmudeció al auditorio por la fuerza de su testimonio en el que la alegría fue el hilo conductor.

Lorena Meritano, sin duda, se ha convertido en un ejemplo de superación para miles de personas que ven en esta sobreviviente de cáncer a una heroína moderna que también es muy activa en las redes sociales.

'Me siento feliz y honrada de haber sido invitada a este desparpajo de felicidad. La felicidad sana, cura, la felicidad es una manera de construir salud', reconoció Lorena en diálogo con EL HERALDO.

No es la primera vez que visita la ciudad, de hecho hace poco lució una camiseta del Junior. Lo más curioso es que en su quinta estadía en la capital del Atlántico se quedó nuevamente con las ganas de degustar uno de los bocados más deliciosos de la comida costeña.

'Es mi quinta vez en Colombia y aunque ya no vivo aquí me siento honrada cada vez que me invitan. Me quedaron debiendo una arepa de huevo o sea que voy a volver una sexta vez para comérmela', expresó.

Todavía no se cree que haya sido nombrada como embajadora de felicidad, pero desde ya se puso la camiseta de construir en todo el continente una gran red donde la alegría y la salud vayan de la mano.

Agrega que ser embajadora de la felicidad le parece un 'gran proyecto que generará salud', que es lo que a ella le compete y más le importa en este momento. 'Todavía no me la creo, pero es un gran honor, a la vez un gran compromiso porque esto no es una placa más en mi vida, es como un concepto que construiré en carne propia en mi vida, en mi día a día. Aunque es metafórico para mí es real porque la vida me ha dado mucho trabajo, me ha tocado andarla, vivirla y sufrirla... gracias a Dios porque de ahí he sacado cosas muy buenas', confiesa.

Pero esta distinción no la aleja mucho de lo que ya venía haciendo en redes sociales, por lo que ahora trabajará de una manera mancomunada con la organización para extender el mensaje de que se pueden superar las adversidades, siempre y cuando se haga una buena gestión de las emociones.

Señala que 'llevar la mención de embajadora latinoamericana de la felicidad es seguir llevando el mensaje de Lorena sobreviviente', sumándole 'alegría y concientizando a las personas sobre la salud, seguir llevando fe y esperanza donde hay dolor'.

Lorena ha padecido el cáncer y no lo narra como una víctima, sino como una alumna de una enfermedad a la que considera una maestra por todo lo que le ha enseñado a su vida, a ser más fuerte y a demostrarle al mundo que no necesita de una pareja o de sus senos para considerarse una mujer completa. También deja un mensaje constructivo para aquellos que de una u otra forma viven cerca de esta enfermedad, ya sea como pacientes, familiares o amigos.