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Cecilia Flores de Rivas, la mujer que sobrevivió por un 'milagro' atribuido al beato Óscar Arnulfo Romero, fue presentada este fin de semana por el arzobispado de San Salvador, al anunciar los actos previos a la canonización del pastor prevista para el 14 de octubre.

'Lo que significa para mí, lo que es ese milagro, la verdad es una segunda oportunidad (de vida)', declaró Flores, de 36 años y madre de tres hijos, durante una breve participación en una rueda de prensa presidida por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, y el cardenal Gregorio Rosa Chávez.

Fue una rara aparición pública para esta mujer, que ha mantenido silencio sobre el caso mientras era evaluado por el Vaticano.

Considerado la voz de los sin voz por defender a los pobres, Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador mientras oficiaba una misa, en un crimen que una comisión de la ONU vincula al mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del derechista partido Alianza Republicana Nacionalista y fallecido en 1992.

Romero será canonizado el 14 de octubre en la basílica de San Pedro de Roma, junto al papa Pablo VI (1963-1978).

La Iglesia salvadoreña inició este sábado una serie de jornadas para celebrar la canonización, incluyendo peregrinaciones a inicios de agosto de San Salvador a Ciudad Barrios, la cuna del sacerdote, en el noreste del país.

'La canonización es una ocasión única para superar un pasado tan doloroso y tan injusto que nos ha hecho sufrir tanto', declaró Rosa Chávez a la AFP.

'La vida cambia'

En 2015, Cecilia Flores esperaba su tercer hijo, Luis Carlos, pero la gestación había sido declarada de 'alto riesgo' a causa de una preeclamsia y la pérdida de cuatro embarazos anteriores.

Una ferviente creyente, ella y su esposo, Alejandro Rivas, rezaron junto con sus hijos Emiliano y Rebeca, por la buena marcha del embarazo.

Debido a una inflamación, Flores ingresó de emergencia al hospital de Maternidad y le practicaron una cesárea de urgencia.

Pero su presión se elevó a niveles muy altos, mientras la inflamación seguía en aumento, por lo que fue trasladada al hospital general del Seguro Social, donde debió ser puesta en coma inducido por fallas renales y pulmonares.

Pruebas médicas detectaron que sufría de síndrome HELLP, una afección rara del embarazo que impide el correcto funcionamiento de los órganos. Su vida estaba en riesgo.

Rivas recordó que los médicos le habían confiado que habían perdido las esperanzas y solo lo instaron a rezar.

'A monseñor Romero pedí la intercesión de él, y sin duda alguna cuando llego al día siguiente (al hospital) y veo a mi esposa que aún estaba en la cama, solo eso para mí era una alegría', relató el esposo.

Y, según contó, ocurrió lo que todos estaban esperando: su esposa drenó porque estaba reteniendo líquidos.

'Encontrar un resultado tan inmediato y una recuperación tan plena, de estar en coma el día 4 de septiembre y que le den el alta el 10 de septiembre es algo increíble. De tener los riñones en un 2% de su capacidad y salir del hospital con sus riñones al 70% de su capacidad en cuestión de cinco días, no hay otra palabra más que un milagro', resumió Rivas.

Flores reflexionó que con un 'milagro la vida cambia, porque ya no es la misma'. 'Uno tiene la certeza que verdaderamente hay alguien que intercede por nosotros (y) que aumenta la necesidad de conocer más al beato Romero'.