La vida, según Silvestre Dangond, es para hacer lo que más se disfruta y a eso le apostó en el Parque de la Leyenda Vallenata, cuando la noche del sábado y madrugada de ayer le cantó a los más de 25.000 espectadores que asistieron al lanzamiento de su nuevo trabajo discográfico Esto es Vida.
Vestido de traje y con gafas oscuras, el urumitero inició el show interpretando su canción Regálame una noche, como pidiendo a sus seguidores que se conjugaran con el espectáculo que les ofrecía. El primer acordeonero fue ‘El Coronel’ Franco Argüelles.
Un cambio de vestuario, esta vez más fresco, llegó otra canción con las notas de Lucas Dangond. La embarraste, la canción de ‘Lucho’ Alonso, fue entonada ‘a todo pulmón’ por los presentes, hecho que emocionó a Silvestre al punto de llevarlo a tomarse un trago.
Llegó el momento de Si mi canto fuera tu encanto y con ella la participación del ‘Bebé Dangond’, el menor de los hijos de Silvestre, quien se robó los aplausos con su baile.
El derroche de colores en las pantallas, luces y el buen acople del conjunto le dio la bienvenida a Rolando Ochoa. El público de nuevo se desbordó en euforia. 'Aquí no se ensayó, aquí se va a tocar salga sapo o salga rana', exclamó Silvestre antes de que ‘R8’ soltara las notas de La difunta. Con el hijo de Calixto Ochoa entonaron canciones viejas y nuevas como La traición se paga, de Wilfran Castillo.
En un cuarto cambio de vestuario el turno en el acordeón fue para el juvenil Junior Larios, con quien cantó la canción de Fabián Corrales Mi corazón es de ella. Antes, Silvestre envió un mensaje a los que 'quieren venir a mandar sin invertir un peso'.
Varios seguidores subieron a la tarima durante la noche. '¿De dónde sale tanto loco?', se preguntó Dangond, quien al final dio pase al escenario a niños que ayuda su fundación.
Las lágrimas
La noche de alegría pasó por varios episodios donde las lágrimas fueron protagonistas. Uno de los más conmovedores ocurrió cuando Silvestre se percató de la presencia de su madre Delis Corrales. 'Qué sorpresa verte aquí, me dijeron que no venías porque estabas enferma', le dijo el cantante. Acto seguido le pidió perdón y ella le ofreció un trago. Bajó hasta el lugar de ella y se dieron un abrazo.
Otro aparte con lágrimas ocurrió cuando el artista interpretó Si yo supiera, la canción en la que relata lo que le gustaría que pasara de enterarse cuándo sería su muerte. Con voz quebrada le dio gracias a su primo Lucas, a quien le pidió un pase de acordeón y que se lo dedicara a ‘Juancho’ De la Espriella, 'porque a él lo hice famoso a punta de pases, como te estoy haciendo a ti'.