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Diciembre es para muchos sinónimo de exquisitas comidas. Al llegar la Navidad los pavos, perniles, suculentos arroces, ensaladas, purés gratinados, hayacas, pasteles, tamales,lechonas, buñuelos, natillas y muchas más delicias, acompañan las mesas de muchos hogares.

Esta fecha de comunión familiar, además de tener sus orígenes en una celebración religiosa que conmemora el nacimiento de Jesús, es toda una festividad sociocultural en la que la cocina es una de las más importantes protagonistas de la velada.

Acabada la Nochebuena, las familias recogen las sobras de la comida que se preparó para consumirla los días siguientes, y así el ‘calentao’ de la cena navideña pasa a ser otro de los manjares de la Navidad.

Por esta razón se dice que el 25 de diciembre es el Día Mundial de la Comida Recalentada. Hogares de muchas partes el mundo, con diferentes culturas, creencias y estratos socioeconómicos, alistan su repertorio gastronómico para vivir una de las más esperadas fechas del año.

Aunque es común guardar lo que quedó en la nevera para no desperdiciar la comida, ni atentar contra el bolsillo, expertos hablan de los riesgos para la salud que tiene la comida recalentada y el tiempo adecuado en el que deben consumirse los alimentos.

Según la Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido, lo recomendable es calentar los alimentos solo una vez. Al hacerlo varias veces, se pierde sabor y en especial las vitaminas que estos contienen. Sin embargo, el principal riesgo es la intoxicación.

Para el médico Joaquín Armenta, especialista en endocrinología y nutrición, presidente de la Federacion Diabetológica Colombiana, la peligrosidad de la comida recalentada depende del tipo de alimento, las condiciones en las que se guardó, y el tiempo que ha pasado desde su preparación hasta la refrigeración.

'Existe una posibilidad de crecimiento bacteriano adverso para la salud. Ese recalentamiento puede generar también cancerígenos y disminuye la calidad nutricional de los alimentos'. explicó.

En palabras del especialista, hay comida que tiende a contaminarse más rápido, como la carne de res, pollo, pescado, y mariscos, carnes frías y embutidos. La leche, quesos y otros lácteos deben consumirse en el menor tiempo posible, mientras que las frutas solas son más resistentes siempre y cuando no se les haya agregado salsas o cremas. 'En el caso de las verduras, es importante mencionar, que recalentadas pierden gran valor nutricional, ya que disminuyen ostensiblemente el contenido de vitaminas, minerales y oligoelementos', sentenció Armenta.

Riesgos de Intoxicación

La falta de tiempo es uno de los factores que en ocasiones lleva a las personas a consumir de manera constante comida recalentada. La nutricionista Meyra López dice que esto incrementa el riesgo de sufrir de problemas gastrointestinales. 'Existe siempre un grado de descomposición si la comida es muy grasa o condimentada. Calentar nuevamente, aumenta el dióxido de carbono, que al no ser fácilmente asimilado por el organismo desarrolla radicales libres en el estómago, intestino o colon', precisó.

Las bacterias que adquieren los alimentos se dan por cambios de temperatura. Después de estar expuestos varias horas a la intemperie, luego al refrigerador y otra vez al calor, pueden ocasionar infecciones bacterianas gastrointestinales como la gastroenteritis. 'Esta enfermedad se caracteriza por presentar dolores abdominales, distensión y diarreas, que si no son tratadas adecuadamente, pueden generar deshidratación y desequilibrios electroliticos que pueden acabar en hospitalización', manifestó.

'Al recalentar con aceite se eleva el número de calorías ingeridas. Nunca debe agregársele aceite frío a aceite caliente, pues tienen alta concentración de radicales libres que son cancerígenos, esto demostrado por estudios del Instituto Pasteur de París', agregó.

Colombia y el ‘calentao’

En el país el ‘calentao’ es un plato típico, popular tanto en los hogares como en restaurantes. Este tradicional producto culinario aclamado en los desayunos se consume en la Costa Caribe, Antioquia y Bogotá. El platillo, está hecho con base en sobras de comidas del día anterior, por lo general contiene carne, arroz y frijoles que se refrigeraron, se conservaron y se calentaron otra vez para su consumo.

En estas fiestas, en las que las reuniones, eventos y celebraciones sociales y familiares giran en torno a la comida, es importante seguir algunas recomendaciones para disfrutar las fechas sin indigestarse.

Para reducir los riesgos que trae al organismo lo recalentado, tanto el pavo, el pernil y las carnes, se deben preparar y guardar sin salsas. 'Es mejor servir y que cada uno la agregue para que lo que se vaya a refrigerar no se dañe. Aún sin salsas no debe consumirse después de 24 horas', expuso Armenta.

'Esto sin perder la cadena de frío, y calentándolos muy bien para volverlos a consumir. Es destacable recordar que cuando se calienta la comida en horno microondas parte de los alimentos no se calientan. En ese sentido, hay que remover y cambiar la posición de los mismo para volver a calentarlos', concluyó.