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Con extrema delicadeza y paciencia, Marta Rosales de Tinoco limpia y acomoda las piezas de sus pesebres para lo que ella llama 'la fecha más importante del año', el inicio de la novena de aguinaldos como antesala a la Navidad.

El trabajo, que solo toma un par de horas en otros hogares, en casa de los Tinoco Rosales es una labor ardua que empieza finalizando octubre, para que a mediados de noviembre ya estén desempacados los más de 400 pesebres con los que esta mujer de 70 años, adorna su vivienda y le da la bienvenida al 'niños Dios'.

El pasatiempo, que le recuerda a su difunta madre –la educadora Alicia de Rosales–, nació en 1991, año en el que con sus propias manos elaboró con semillas de millo su primer pesebre. Desde ese momento no se ha detenido, siguió retratando una y otra vez el nacimiento que, compuesto por la virgen María, San José, el niño Jesús, el burro, la vaca, los reyes y la estrella fugaz, se repiten en los muebles, sofás, individuales, tapetes, alfombras, retratos y adornos de la casa.

Un enorme pesebre con árboles, pastores, rebaños de ovejas, ríos, pescadores, piedras, el nacimiento del niño Jesús y hasta el palacio de Herodes custodiado por soldados romanos, captura de inmediato la atención de los visitantes. Sin embargo, este es el único pesebre tradicional que conserva, porque doña Martha se ha encargado de elegir cuidadosamente nacimientos poco convencionales, más de la mitad hechos por ella misma.

Pesebres de cobre, cristal, cerámica, metal, semillas, bordados en punta de cruz, hechos en lana, tejidos en crochet, en latas de cerveza, piedras, conchas marinas, plastilina, porcelana, origami, vidrio, baldosa, madera, acrílicos, oleos sobre lienzos entre muchos otros materiales, se suman a un hobbie en el trabaja los 365 días del año para acompañar estas fechas.

El 16 de diciembre tiene un significado especial en este hogar, donde el espíritu navideño se respira en cada rincón de la casa, y es que esta fecha marca los nueve días antes de la noche buena –víspera de la Navidad–, la celebración cristiana de la noche en que nació Jesús, y aunque esta fiesta es considerada pagana por algunas religiones, lo cierto es que arraiga tradiciones de carácter cultural en muchos países del mundo.