Desde el año pasado la Federación Ambientalista Internacional (FAI) declaró el 8 de noviembre el Día Mundial sin Wi-Fi, con el fin de hacer visible el riesgo al que están expuestas millones de personas que se conectan a Internet mediante el uso del sistema inalámbrico.
Joan Carles López Sancho, experto en geobiología y radiaciones del hábitat, explica que 'su más claro efecto es en la noche, el insomnio que produce y las alteraciones del sueño y descanso'.
Debido a la masificación de este tipo de redes inalámbricas, el experto advierte que ya es un tóxico ambiental, 'del mismo tipo que el tabaco, solo que no produce humo sino alteraciones en la salud'.
Haciendo referencia a las 280 millones de redes Wi-Fi que hay en el mundo, López indica que este día busca 'concienciar que el Wi-Fi es solo una manera de conectarse a Internet pero no la única'.
Él promueve escuelas sin sistemas inalámbricos debido a que 'el Wi-Fi emite mucha más radiación que una antena de telefonía móvil o que antenas repetidoras y, por ser pulsada, esta radiación es más virulenta que otras, como se explica en más de 60 estudios'.
Para él 'ahora mismo hay indicios de que tenemos radiaciones más elevadas dentro de las casas que fuera de ellas, y esto es debido a la falta de prevención y adaptaciones de estos espacios'.
Incluso menciona un estudio donde las radiaciones inalámbricas Wi-Fi(2,45 Ghz) provocan lesiones en el páncreas.