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Arroyos de aguas manantiales, restos indígenas, playas en el mar Caribe, artesanías únicas, museos arqueológicos e históricos, murales en cementerio, expresiones artísticas y una rica gastronomía hacen de los 23 municipios del Atlántico lugares de interés turístico y cultural, en un área de 3.319 km².

La piedra pintada por indígenas en Tubará, el Museo Julio Flórez en Usiacurí, el muelle de Puerto Colombia, la granja eco-campestre en Galapa, una pintura de Obregón en Juan de Acosta, las arepas de huevo de Luruaco, los chicharrones en Baranoa, el mirador de La cruz en Sabanalarga, el pesebre de Repelón, las compuertas del canal del Dique en Manatí y los manantiales de Piojó hacen parte del recorrido realizado por estos 11 municipios del departamento.

Una expedición de un día desde Barranquilla, por la idiosincrasia de los pueblos atlanticenses, que invita a crear identidad. Eso afirmó María Teresa Fernández, secretaria de Cultura y Patrimonio del Atlántico.

'El turismo además de generar riqueza en las sociedades, con generación de empleo y desarrollo de la industria e infraestructura, es una oportunidad para salvaguardar nuestro patrimonio material e inmaterial', dice la funcionaria.

Con ese fin, desde su cartera le apuestan a mejorar la oferta a través del fortalecimiento de los espacios culturales, y a engrandecer la demanda de estos espacios por parte de los turistas.

Mientras, EL HERALDO le apostó a visitar cada uno de los municipios para que su misma gente mostrara la riqueza de su tierra. Aquí la primera entrega con once municipios.