El sonido de la flauta de millo y de los tambores que dan vida a la cumbia, amenizó las aguas del río Magdalena a partir de las 8:00 a.m. de ayer, cuando partió desde el Puerto de Barranquilla la embarcación La Mita, cargada de toda la alegría y la música del Carnaval, con su reina, Marcela García Caballero y una tripulación de bailarines natos de La Arenosa.
La soberana de la fiesta más grande de Barranquilla y el Caribe colombiano estuvo acompañada por los ganadores del concurso EncaraMITAte, en el recorrido rumbero por el río Magdalena -en la zona portuaria de la ciudad-, que duró cerca de dos horas.
¿Qué es ‘EncaraMITAte’?
Se trata de un concurso que fue lanzado a finales de agosto por la reina Marcela, quien invitó -a través de las redes sociales- a todos los barranquilleros a bailar junto a ella en La Mita.
Los aspirantes debían ver en YouTube o en las redes sociales de Carnaval S.A. o Puerta de Oro (Centro de eventos del Caribe) un video en el que la soberana hacía una coreografía, luego imitar sus pasos y por último, subir el video bailando en cualquiera de sus cuentas de redes sociales (Facebook, Twitter o Instagram).
Ganaron los 25 videos con el mayor número de ‘me gusta’ o favoritos. Por videos subidos a Facebook, fueron 10 los seleccionados como ganadores, por Instagram 10, y por Twitter 5. Todos ellos bailaron con la reina El mapalé, El taxi y La pollera colorá, entre otras festivas canciones que despertaron al río Magdalena la mañana del pasado sábado.
Ritmos para gozar
La reina bailó desde cumbia hasta reguetón, todos estos ritmos fueron interpretados por su grupo de millo, que con los tambores marcaba los compases de temas como La espelucá y Adiós fulana, un repertorio variado que hizo fluir la alegría carnestoléndica por los brazos del Magdalena.
El paso del ‘cojo’. No solo Marcela demostró su talento para danzar, sino también el resto de la tripulación carnavalera, a la que se sumaron los padres de Marce, Augusto García y Mireya Caballero, reina del Carnaval de Barranquilla en 1982.
A ritmo de Timbalero, de El Gran Combo de Puerto Rico, el padre de la reina realizó el que Marcela anunció como el pase del ‘cojo’, una divertida rutina que puso a gozar a todos los tripulantes.
En el corazón del puerto
El paisaje que hizo parte de este recorrido, que bien podría resumirse en ‘una sola gozadera’ –tal como el lema del reinado de Marcela–, tuvo tanto de la Puerta de Oro, como de su Puerto.
Grandes embarcaciones provenientes de lugares como Hong Kong, Singapur y Panamá se hicieron visibles desde La Mita, en la que todos los que estaban ‘encaramitados’ saludaron e invitaron al goce a los trabajadores que sobresalían en la superficie de los barcos.
La Mita, además, pasó dos veces por debajo del puente Pumarejo –de ida y de regreso al punto de partida–, en un paseo bailable a través del cual la reina del Carnaval logró reafirmar la identidad de Barranquilla como una ciudad de río.
Fiesta de los niños y niñas oncológicos
De La Mita, a las 10:00 a.m. del sábado, la soberana del Carnaval pasó a la Clínica Bonnadona Prevenir, donde llevó su alegría a los pequeños pacientes con cáncer. La actividad, que se viene realizando desde 2008, tuvo como tema central este año el circo, a partir del cual médicos, enfermeras y auxiliares de seguridad, entre otros trabajadores de la clínica, se disfrazaron de payasos, malabaristas y animales.