E l 5 de junio será un ‘Viernes para recordar’, tal como era el nombre de su programa radial que por años se paseó por las emisoras en las que él estuvo, logrando una sintonía envidiable entre los demás profesionales del micrófono. Por eso, al inicio de su carrera como locutor lo llamaban ‘El terrible’.
Como si hubiera sido una solicitud celestial, el locutor barranquillero Jairo Paba Salcedo le dijo adiós a su gente, oyentes, amigos y familiares, precisamente en un viernes, aunque no lo haya hecho a través del micrófono, dejando ‘huérfanos’ de su voz, de su alegría y de su imagen excéntrica a miles de sus fieles radioescuchas que sin duda alguna fueron muchos. Hoy serán sus exequias en los Jardines de la Eternidad, a las 10:30 de la mañana.
‘El Combo Rumbero’
Jairo conformó desde 1998 un exclusivo grupo de amigos con el que asistía a fiestas y planes de esparcimiento cada fin de semana. Este combo estaba conformado por compañeros de trabajo, oyentes fieles y algunas personas que le colaboraban en sus labores y que además, se convirtieron para él en sus amigos más allegados.
Jesús Gómez, a quien lo llamaba ‘El parlante’, era quien transportaba a Paba desde 1980, razón por la que pasó a ser parte del grupo. Gómez contó una de las cientos de anécdotas que tiene de Paba, en la época en que salían a compartir en fiestas. 'Jairo era durito. Una noche estábamos en una rumba y le dije que me prestara para un garrafón y me dijo –remedándolo– ‘¡Hey!... pero me pagas’. A la media hora me dice: ‘¡Hey!, dame mis 10 mil barras, amistad es amistad y negocio es negocio’. Ese era él', dice, entre risas ‘El parlante’.
Jairo bautizó a Orlando Porras, su más fiel compañero de parrandas, como ‘El verde vida’. Porras relata que en uno de los paseos en los que estuvo disfrutando con el grupo, iban en caravana para Soledad cada vez que alguien cumplía. 'Íbamos en todo el recorrido haciendo bulla con una trompeta. Eso era lindo, momentos inolvidables', recuerda Porras.
Wilson Torres, apodado como el ‘Fotógrafo rumbero’, era quien acompañaba al grupo de hombres a todas las fiestas para registrar con su cámara las jocosidades que hacían ellos cuando estaban celebrando. 'Yo llegaba cuando apenas estaba empezando la rumba pero nadie me pedía fotos, y me iba. Cuando regresaba ya estaban todos más tomados y empezaban a recochar para las fotos, entonces cuando las veían al día siguiente, decían que salían fotografiados con cara de tomados. Por lo que Jairo terminó apondándome también como el 'Fotógrafo de los borrachos'.
Armando Pereira lo llamaba Jairo como ‘De bracamontes’.
Él recuerda una anécdota jocosa que vivió con Paba cuando realizó la inauguración de su casa e invitó a todo el combo rumbero. 'Yo no planifiqué la servida de la comida y cuando llegó ese poco de gente a comer, solo habían cuatro cucharas en la casa. De ahí que Jairo me llamara después ‘El cuatro cucharas’, relata Pereira.
Según Gómez, la también llamada ‘Familia rumbera’, se desintegró porque empezaron a ingresar mujeres al grupo.
'Entraron dos al combo y se empezaron bochinches y chismes. A Jairo eso lo ‘mareó’, cogió y desarmó el grupo. Pero hace poco lo queríamos armar de nuevo', afirma a manera de broma, el conductor.
¡Vaya Soledad!
'Jairo llegó a la cabina de Madrigal y tomó asiento. De inmediato las notas del Negro y Ray empezaron a sonar. El Líder se quedó amarillo y le pidió al control que le 'bajara a la nota', porque no podía emocionarse tanto debido a su problema cardiaco; sin embargo, lo hizo porque el público estaba expectante a las afueras de la emisora. Y dio inicio al programa con su estruendoso saludo: ¡Vaya Soledaaaad!'. Este es el recuerdo más marcado que conserva Mónica Ibarra Guzmán, más conocida como ‘la canelita madrigalista’, quien acompañó a Jairo Paba en su debut, hace seis meses, en la emisora Madrigal, de Soledad.
Por su parte, Raimundo Vargas, director de esta estación radial contó que 'cuando Paba llegó a Madrigal se trajo con él la mejor energía. Nunca se le vio deprimido, al contrario, hablaba mucho de Dios, pero conservando el entusiasmo y la buena actitud en sus programas', dijo Vargas refiriéndose a ‘Buenos días con Jairo’ y ‘Viernes para recordar’.
El director dijo que el locutor se encontraba preparando un libro basado en su vida, que se llevaría el nombre ‘La embarré’. 'En este libro plasmaría su propia historia, con el que esperaba que el lector no repitiera sus mismos errores y lo tomará de reflexión' comentó Vargas.
Eternas acompañantes
'Jairo Paba fue mi gran mentor, la persona que me dio por primera vez la oportunidad de hablar por un micrófono, por eso le debo todo lo que soy', cuenta con voz quebrantada Dianamer Pizza, más conocida como ’la chica del apellido sabroso‘, 'así me decía a micrófono abierto'.
Dianamer Pizza es la directora de emisora El Sol de RCN en Medellín, y dice que cuando el Líder se encontraba en cabina 'se caracterizó por ser el más disciplinado y riguroso del mundo. Era estricto con lo que decía y no aceptaba distracción alguna, porque de otra manera el regaño lo lanzaba también al aire', expresó.
Fairuz Suárez, la locutora radial que acompañó a Paba en los últimos diez años, dijo que de Jairo conserva muchos recuerdos. 'Un día le regalé unos aretes con imán y a él le fascinó como le quedaron, tanto fue así que a la semana siguiente llevó unos puesto de verdad, por lo que tuvo que perforarse las orejas', concluyó la locutora.