Mil cien millones de personas alrededor del mundo están en riesgo de sufrir lesiones o daños auditivos a causa de prácticas inseguras de escucha.
Las principales razones son, según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud, la exposición a niveles excesivos de ruido en conciertos o discotecas y la utilización frecuente de auriculares con música alta.
El estudio arrojó que de tres mil millones de jóvenes, entre los 12 y 35 años que viven en el mundo, 43 millones sufren actualmente problemas de audición.
En los países medios y altos, casi el 50% de la población joven usa sus dispositivos electrónicos (smartphones y tablets, entre otros), a niveles peligrosos.
'Los auriculares son una gran preocupación a nivel mundial porque la mayoría de jóvenes usan dispositivos intrauriculares para escuchar música. Y si todos los días duran más de una hora usando el aparato perderán audición, aun cuando sea escuchado a un volumen normal', explica el otorrinolaringólogo Jorge Melo.
El especialista también se refiere al 40% restante de población joven a nivel mundial, que está expuesta al alto volumen en eventos nocturnos.
'Las frecuencias sonoras que se emiten en un concierto, discoteca o lugares de diversión están a más de 90 decibeles. Entonces una persona que se someta reiteradamente por más de 15 minutos a un sonido de más de 80 decibeles, puede perder la audición', asegura.
Lesiones auditivas. Se pueden presentar diferentes afecciones por exposición al ruido como el trauma acústico, pérdida auditiva inducida por ruido y sordera parcial.
La primera se manifiesta con dolor en los oídos, cabeza y la sensación de estar escuchando zumbidos o siseos. 'Me encanta escuchar música a todo volumen, si no lo hago así prefiero no escucharla. Sin embargo, a los minutos de hacerlo me da dolor de cabeza y de oídos. También en algunas ocasiones, cuando llego de una discoteca o concierto, siento un pito en los oídos, pero al rato se me pasa', relata Paola Paredes, de 23 años.
Luis Carlos Jiménez, de 25 años, asegura que nunca ha sentido dolencias en los oídos por ir a conciertos, pero que sí le ha ocurrido cuando utiliza dispositivos electrónicos. 'Solo he sentido molestias con los auriculares, cuando los tengo puestos mucho tiempo', dice el joven.
Sobre esta situación, Jorge Melo explica que 'el cerebro se prepara para proteger el oído de traumas, por lo que genera un ruido de base que puede durar cuatro horas y luego desaparecer. Eso es normal cuando hay gran exposición al sonido, pero puede ser el inicio de la pérdida auditiva'.
La segunda afección puede identificarse desde la escucha distorsionada de los sonidos con aumento gradual hasta la dificultad de comprender las palabras. 'Cuando se está expuesto a más de 120 decibeles, el organismo libera endorfinas, produciendo placer y alegría. Lo que es muy grave porque al no darse cuenta de la peligrosa situación, las personas jóvenes suelen tener pérdida auditiva prematura. Y si la exposición al ruido es frecuente, pueden llegar a tener la audición de una persona de 82 años', indica el especialista.
La sordera parcial es la tercera lesión y es provocada también por una exposición excesiva al ruido. Esta se manifiesta con la pérdida de la escucha por unos cuantos días u horas.
'Me afecta mucho el volumen alto y el sonido del bajo cuando está muy fuerte. Al salir del concierto siento aún las vibraciones en la cabeza y también en ocasiones escucho menos, después de que me retiro del lugar. Con los auriculares es más común porque hay canciones que tienen un sonido alto y hago caso omiso a eso, solo por la emoción de escuchar el tema que me gusta', cuenta Andrés Tobón, 24 años.
Jessie Pinedo, de 22 años, indica que sufre afectaciones en los oídos cada vez que va a un concierto, por lo que trata de evitarlos. 'Al exponer mis oídos a niveles altos de ruido, comienzan los malestares que me impiden disfrutar del momento. Suele suceder mucho cuando salgo de rumba, pienso que las discotecas deberían tener un límite de ruido para no fastidiar a las personas. He estado en situaciones en que prefiero irme del lugar', dice la joven.
Por este relato, el otorrino Melo reafirma: 'La pérdida temporal de la audición puede durar uno o dos días y se da generalmente cuando se exponen a sonidos muy altos. Pero la persona vuelve a recuperar la audición', enfatiza el profesional.
El intelecto
Además de afectar la recepción humana del sonido, la pérdida auditiva genera problemas intelectuales porque el oído es un órgano de los sentidos, y mucho de lo que podemos aprender entra por allí. 'Entonces en la medida en que se pierde la audición, las facultades intelectuales se irán alterando', asegura Jorge Melo.
Los decibeles
A más decibelios menor es el tiempo que el oído puede soportar. Científicamente, los niveles de sonido comienzan a tornarse peligrosos a partir de los 70 dB, es decir, que una persona expuesta a tan solo 85 dB durante más de ocho horas, podrá sufrir afecciones como pitidos en los oídos, dificultades de escucha o pérdida gradual de la audición.