El programa les permitirá a 460 víctimas del conflicto y firmantes de paz entre otros, a formarse en estructuras y modelos de negocio.
Departamentos como La Guajira y Sucre son los territorios que más cuentan con mujeres participantes del programa ‘Mujeres y comercios más productivos’.
Esta exhumación también hace parte de las acciones de búsqueda humanitaria de las 4.132 personas desaparecidas en el Cesar.
Según las víctimas del grupo armado, la multinacional “contribuyó a fortalecer su presencia en el Urabá y en el Magdalena y a recrudecer la violencia en la región”.
Seguramente, por eso, porque no hemos estado a la altura de sus circunstancias –que solo ellas han padecido- es que las siguen instrumentalizando de distintas maneras, a tal punto que algunos sectores con mezquina bellaquería movidos por intereses partidistas se atreven, incluso, a politizar sus tragedias, a jugar con ellas, hasta convertirlas en armas arrojadizas contra sus adversarios. Lamentable que también deban lidiar con la recua de falsos profetas que a punta de mentiras o medias verdades revictimizan a quienes dicen supuestamente defender. Su actitud de sepulcros blanqueados profundiza nuestra deuda con ellas. Mientras, sus muertos, sus desaparecidos, sus menores reclutados, sus seres amados abusados continúan ahí, ignorados.