Para hacer realidad este sueño las mujeres cuentan con el apoyo de la Gobernación de Córdoba y la ADR.
En la mesa de paz participaron concejales, las comunidades, ediles, asociaciones campesinas, víctimas del conflicto armado y los turbaqueros en general.
Seguramente, por eso, porque no hemos estado a la altura de sus circunstancias –que solo ellas han padecido- es que las siguen instrumentalizando de distintas maneras, a tal punto que algunos sectores con mezquina bellaquería movidos por intereses partidistas se atreven, incluso, a politizar sus tragedias, a jugar con ellas, hasta convertirlas en armas arrojadizas contra sus adversarios. Lamentable que también deban lidiar con la recua de falsos profetas que a punta de mentiras o medias verdades revictimizan a quienes dicen supuestamente defender. Su actitud de sepulcros blanqueados profundiza nuestra deuda con ellas. Mientras, sus muertos, sus desaparecidos, sus menores reclutados, sus seres amados abusados continúan ahí, ignorados.
Advierten que en el departamento hay una retoma del poder por parte de las organizaciones armadas ilegales.
Se busca fortalecer y dinamizar el plan de reparación colectiva, caracterización de víctimas con orientación de derechos y establecer la primera estrategia de paz y seguridad.