Morales, en Bolívar, hace parte de las 12 localidades PDET que presentan un riesgo alto de incurrir en este flagelo.
La pandemia echó por la borda importantes avances en materia de reducción del trabajo infantil en Colombia y en el mundo. Es moralmente inaceptable quedarse de brazos cruzados, mientras niños y niñas siguen siendo explotados u obligados a trabajar para aportar ingresos a sus familias. Hay que actuar.
Durante la jornada se recorrieron diferentes sectores en el casco urbano y la zona rural de la capital cordobesa.
El padre le había designado hacer tareas domésticas por su bajo rendimiento académico.