Por eso hago una invitación a la Cámara para que en el último debate de la reforma pensional, evite aprobar una iniciativa para que terminará golpeando a los jóvenes. Ellos pagarán en el futuro 54 billones de pesos anuales adicionales, vía nuevas reformas tributarias, si no se corrige la edad de pensión, el ingreso base de liquidación o los aportes.
La reforma laboral es retardataria en su concepto de contrato de aprendizaje.
Pareciera que la Corte tomó la decisión de devolver la pensional a la Cámara con la consideración de que era muy costoso negarle al gobierno tanto la reforma como la consulta y que, en consecuencia, mejor era dejar viva la primera y hundir de manera definitiva la segunda como, no dudo ni un instante, ocurrirá. La Corte, me temo, también se dejó asustar.
Expertos laboralistas y líderes sindicales, así como congresistas del oficialismo y la oposición, hicieron en EL HERALDO un balance de lo que quedó y lo que hizo falta en el accidentado proyecto de ley.
La cámara alta avaló en el último día de la tercera legislatura el informe de conciliación por 59 votos a 16 y la baja le dio el paso por 126 votos a 2.