Así las cosas, veo muy remota la posibilidad de que Venezuela sirva de fuente de aprovisionamiento de gas al país y causa extrañeza lo que ahora ha trascendido a través de los medios, que delata unas supuestas tratativas del gobierno colombiano con el venezolano, para tener los primeros despachos en diciembre de este año.
En un primer concepto podemos afirmar como causa mayor a nuestro juicio es la suspensión del gobierno nacional de los subsidios para vivienda a la cual ya se habían afiliado cerca de dos millones de personas o familias. ¿Por qué se suspendió? Porque el gobierno se quedó sin dinero y sin caja no es factibles auxilios sociales a pesar de ser Ley de la República.
Colombia no necesita más mártires. Necesita más conciencia. Más humanidad. Más proyectos de vida. Que este intento de asesinato no sea un punto más en la estadística, sino el punto de partida para mirar lo esencial: la vida, el respeto, el país que queremos dejarle a quienes vienen detrás.
Yo quiero subrayar hoy esto: está en manos del Gobierno nacional poner al servicio de la solución energética de Atlántico, Magdalena y La Guajira la solidez, experticia y confianza que brindan empresas como ISA Transelca y Gecelca, en las cuales, como se ha dicho, el Estado es socio mayoritario.
Entre los aspectos -no tengo la menor duda- está la sanción que merecen estos muchachos. Quien se porta mal o comete un delito hay que aprenderlo y sancionarlo. En una forma ejemplar que sienta que tiene una responsabilidad la cual debe pagar. No es válido pasar por alto estos ilícitos y mucho menos permitir que sin condenar disfruten de la libertad.