El Ejército israelí admitió que mató a los periodistas en un bombardeo de precisión.
Si bien la justicia es ciega y sin sesgos de favoritismos como lo enseña la diosa griega Temis, después del fallo de segunda instancia surge todos los recursos jurídicos de la parte vencida para dilatar el proceso lo cual se traduce en la depredación del presupuesto público de la entidad territorial.
El Ministerio Público aseguró en su pedido que el fallo emitido por la jueza Sandra Heredia “se fundamenta en conjeturas”.
Este no es un juicio sobre Uribe. Es una prueba de coherencia para el Estado de derecho. Si hoy ignoramos la presunción de inocencia con él, mañana podríamos hacerlo con cualquiera y ningún ciudadano está exento de pasar por un proceso penal.
Sea cual sea el fallo en segunda instancia, ojalá el país representado en sus líderes tenga la templanza para asumir tanto una sentencia que confirme la de primera instancia como una que la revoque, sin generar más conflicto social y polarización política.