Las hipocresías comenzaron con Francia Márquez, pues todo era abrazos y risas cuando Benedetti y Roy Barreras aterrizaron en la campaña. Abundan fotografías de los jubilosos días de aparente unidad en el Pacto Histórico. Hay una de antología donde Benedetti besa tiernamente a Márquez en la mejilla y ella sonríe mientras le acicalan los cachetes con coloretes.
Colombia nunca había vivido en medio de tanta incertidumbre generada por el mismo gobierno, tal nivel de descoordinación y de burla. Finalmente, lo que se ha perdido, además del terreno que se había abonado para la paz, la seguridad y el desarrollo económico, es la seriedad –al menos al nivel del gobierno nacional– con la que se abordan los problemas graves del país, que son muchos.
El gobierno debe estimular la resurrección tanto de una liga de béisbol, para que haya torneos de aficionados, como de escuelas que instruyan a los niños, para mantener viva la afición a la pelota caliente.
Expertos dicen que la austeridad y recortar gastos de funcionamiento son claves para lograr un equilibrio en las finanzas públicas y así cumplir con la regla fiscal.
El Gobierno Nacional busca reducir los índices de desigualdad en la población mayor con la entrega del subsidio.