Una vez termine la misa, el féretro será llevado en un cortejo fúnebre por el centro de Roma hasta la basílica de Santa María La Mayor, donde decidió que se le enterrara.
Francisco ha sido expuesto públicamente dentro de un ataúd sencillo de madera, mientras que hasta Benedicto XVI los papas eran expuestos sobre un catafalco, pero Bergoglio cambió el protocolo.
Desde el martes por la mañana, cuando fue trasladado el cuerpo de Francisco hasta la basílica, más de 250.000 personas acudieron al Vaticano para rendirle homenaje, según la Santa Sede.
Los cerca de 220 cardenales presentes en Roma y que participarán en el funeral serán los primeros en visitar la tumba.
Las delegaciones que participarán en las exequias solemnes ascienden a 130.