La izquierda barrió con el liderazgo y la experiencia y sacó a cerca de un centenar de generales. Redujeron el presupuesto de las Fuerzas, desmantelaron la inteligencia y la contrainteligencia, los helicópteros están en tierra, no permitieron operar a las fuerzas especiales. Para rematar, con los ceses del fuego maniataron a militares y policías y los obligaron a replegarse en los cuarteles.
El hecho ocurrió en zona rural de Tame. Este grupo armado al margen de la ley pretendía atentar contra la Fuerza Pública y la población civil.
Otra muestra de la desconexión entre la narrativa que quiere vender el Gobierno y lo que realmente ocurre en el territorio es hablar, por ejemplo, de una “transformación del departamento del Cauca, gracias a la presencia de la Fuerza Pública y la intervención del Estado”.
A los grupos violentos no queda sino combatirlos sin pausa y aplicarles con rigor la ley. Hay que apostar por el estado de derecho y la justicia. La paz no se hace con impunidad y beneficios para los criminales.
La Gobernación entregará los nuevos vehículos en la Plaza de Arjona.