Para la MOE este es un hecho sumamente grave y más en este tiempo electoral.
El campesino que quiso salvar a su compañero fue el que recibió los golpes más severos y falleció en el fondo del pozo.
Más de 400 familias están asentadas en este predio, jurisdicción de Chimichagua, Cesar, alegan que son reclamantes de tierra.
Según las autoridades los objetos recuperados están avaluados en más de 8 millones de pesos.
Al parecer, el joven murió por asfixia y golpes contundentes que le propinaron sus atacantes con un arma de fuego.