Al menos 25 personas muertas y más de 50 siguen desaparecidas.
Habilitación de albergues y ayudas alimentarias, las acciones que plantean las autoridades locales para atender un posible desbordamiento de este cuerpo de agua.
Alrededor de 30 familias quedaron damnificadas.
En compañía de la institución 10 médicos y 6 enfermeras, se acercaron a la zona con medicamentos esenciales, mercados, hamacas, kit de aseo y agua potable los cuales se entregaron a la población.
Afectados pudieron salir por el balcón de la vivienda. Según el propietario, los daños ascienden a $30 millones.