Durante esta etapa, que suele ubicarse en plena adultez, el bienestar puede caer entre un 5 % y un 10 %, según estimaciones del estudio.
Una de las ventajas es que puede permanecer durante al menos un año a temperatura ambiente.
Una investigación publicada en la revista ‘Brain Structure and Function’ señala que la exposición continua al ruido puede afectar el cerebro, mientras que períodos sostenidos de silencio favorecen el desarrollo de nuevas neuronas y reducen el estrés.
Para la investigación se analizaron los datos genéticos de más de un millón de personas.
El biológico también es capaz de reducir en un 20 % el riesgo de desarrollar demencia, según un estudio publicado hace un mes por Nature.