Petro, que no es un ciudadano más, sino el máximo representante del Estado colombiano, procura adentrarnos en un falso dilema, como si esto fuera una cuestión de buenos o malos, revanchismos, dignidad o chantajes, para dominar el relato basado en su punto de vista. ¿A qué otro laberinto nos conducirán las posturas personales del mandatario, expresadas públicamente a punta de trinos, porque es evidente que no son el resultado de un consenso de nuestra política exterior, sino que reflejan su sentir frente a este conflicto? Poniendo el foco en sus apreciaciones particulares, Petro pone en juego la fiabilidad internacional de la nación entera.
Académicos, diplomáticos y expresidentes han criticado duramente la postura internacional del mandatario, que se ha volcado a dar sus opiniones en redes sociales.
Luis Gilberto Murillo aseguró que la ayuda por 487 millones de dólares, aprobada por el Senado de EE.UU., es la más alta otorgada al país en más de diez años.
Analista dice que se debe realizar una revisión detallada de estos casos.
Un viaje a Argentina y la idea de ir a China están también dentro de la agenda internacional del mandatario electo de los brasileños.