Cientos de personas se reunieron en el Río Bravo, límite fronterizo entre México y Estados Unidos, para participar en una misa ofrecida en honor de los migrantes indocumentados que han muerto en su intento por llegar a territorio estadounidense.
Hay expectativa por el anuncio que el presidente hará este martes sobre si desmantela o no el llamado programa Daca que protege de la deportación a quienes llegaron de manera ilegal.
Fiscal general anunció la ampliación de un programa que busca expulsarlos rápidamente apenas paguen sus condenas.