Frente a la pulsión autoritaria del Gobierno, las instituciones dieron una gran lección de democracia, válida también para el nuevo embeleco de la constituyente.
Durante sesión en el Congreso peruano, el exfuncionario pidió apoyo para el país y rechazó el atentado contra el senador Miguel Uribe.
Sin reivindicar colores políticos ni diferencias ideológicas, los colombianos marcharon en paz en defensa de la vida para demostrar que es posible entendernos.
Urge salvaguardar la libertad ante la ofensiva autoritaria del régimen de anular instituciones, desmantelar controles democráticos y convocar una constituyente.
Por eso, la consulta ya no es un gesto democrático para “escuchar al pueblo”, como repite el Gobierno, sino la pataleta de quien no quiere soltar el control del relato. Si el Congreso aprueba una buena reforma laboral, al presidente se le cae el guion del héroe solitario frente a un Capitolio insensible.