El segundo hecho se refiere a las insinuaciones de su retorno al poder cuando se haya hecho una revolución. Esto es de suma gravedad. Recordemos que el señor Petro saldrá sin fuero de presidente y cualquier acción como la que generó con sus trinos incendiarios en el estallido social de 2021, deberá ser judicializada por la Fiscalía General de la Nación.
Desprestigiar a la prensa o a periodistas no solo erosiona la democracia, también ataca libertades que los medios defendemos del autoritarismo y la represión.
No es criticable que en una democracia haya polarización, que la ciudadania se decante, dividida, entre posiciones opuestas, a veces radicalmente irreconciliables. No es necesario que haya punto medio.
Esto no es un problema menor. La democracia no puede ser defendida a conveniencia ni utilizada como herramienta de presión selectiva. La credibilidad de un Estado democrático se mide, precisamente, por su capacidad para alzar la voz incluso cuando no le conviene, por su valentía para denunciar injusticias sin importar la cercanía ideológica del régimen cuestionado.
La organización sostuvo que la solución a los conflictos debe basarse en el diálogo, y el respeto a la autonomía territorial.