La opción de rechazar el texto, que endurecía el trato de la migración irregular y abría la puerta a revisar la ley del aborto, se impuso en la mayoría de las dieciséis regiones del país.
El electorado decidió mantener el texto actual, heredado de la dictadura militar (1973-1990).
La petición fue hecha por el ciudadano Belisario Jiménez quien alegó que esta no tenía en cuenta la equidad de género al no incluir ningún hombre.
Medios estadounidenses señalaron que su aprobación probablemente hubiera afectado una votación propuesta para noviembre que busca blindar el acceso al este derecho en la Constitución estatal.
La procuradora Margarita Cabello señaló es imposible que los derechos ganados se puedan perder con una reforma