Los cardenales votarán en la Capilla Sixtina aislados y a puerta cerrada y ya en la tarde de este miércoles se prevé el primer escrutinio y la primera ‘fumata’ (humareda).
Spengler, uno de los siete cardenales brasileños que participará en el cónclave, opinó que la elección del nuevo papa puede extenderse “dos o tres días”.
En la cuenta atrás del histórico cónclave que escogerá al nuevo papa, los purpurados aún definen el perfil de quien guiará a la Iglesia en un tiempo de cambios.
Para garantizar el secretismo, en estos días los técnicos de la Santa Sede han procedido a apagar las cámaras y sensores que normalmente custodian la monumental Capilla, además de cerciorarse de que no queda en su interior ningún instrumento que pueda grabar.
El vaticano apresura la elección del sucesor de Francisco. Los técnicos instalan las mesas en las que votarán los cardenales de manera secreta.