El libro, escrito en circunstancias adversas, como la autora ha señalado, ha recibido una extraordinaria acogida entre la crítica especializada y los lectores comunes y se ha convertido en un éxito internacional, en un auténtico fenómeno editorial moderno.
Lo cierto es que no hay información suficiente y así no se puede comprender el atraso. Pedir explicaciones no debería interpretarse como un gesto de persecución, ni mucho menos de condena anticipada. Se trata, más bien, de un ejercicio de claridad pública: entender por qué no se cumplieron los plazos, cuáles han sido los obstáculos y qué se está haciendo para superarlos.
Más preocupante aún es escuchar a muchos padres, incluso a colegas de diversas especialidades, lanzar la expresión “es que ya viene la adolescencia”, por lo que hay que esperar que el menor se convierta en alguien del cual se puede esperar cualquier conducta de difícil manejo tanto en casa como en el colegio o la sociedad.
En un mundo donde las tensiones comerciales se resuelven en los estantes del supermercado, el café colombiano no es solo un producto: representa empleo rural, tradición y presencia internacional. Su historia sigue escribiéndose, entre desafíos globales y oportunidades que no podemos dejar pasar.
Programas y políticas para reducir la pobreza, promover la inclusión social, proteger los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes, y fomentar la equidad de género. Se debería fortalecer las unidades productivas con capital semilla.