Al parecer, los niños, de entre 10 y 13 años, tendrían quemaduras de segundo y tercer grado, en rostro, brazos, piernas y espalda.
Se trata del Colegio Santa Fe de Icotea, un espacio dedicado a la educación, el arte, la cultura y el deporte.
Julián Quintana, abogado de los padres de la menor, cuestionó la posición de la institución y aseguró que el debate debería centrarse en las presuntas responsabilidades de las directivas y docentes.
Se implementaron estrategias con cerca de 2.000 estudiantes de dos colegios de Riohacha.
La institución educativa aseguró estar dispuesta a colaborar en las investigaciones que vengan.