Operativos militares en la frontera colombo-ecuatoriana desmantelaron dos centros de producción con capacidad de elaborar una tonelada y media mensual de estupefacientes.
La droga era camuflada en botes de pintura.
Es requerido por Italia mediante orden de captura con fines de extradición por los delitos de tráfico de drogas, asociación criminal mafiosa, amenazas, extorsión y tráfico ilícito de armas.
Según el informe de las autoridades, el cargamento de droga estaba camuflado entre las latas, en el compartimento de las llantas.
La mercancía estaba avaluada en once millones de dólares.