Secretaria de Control Urbano dice que durante el procedimiento se detectó que muchos de los vendedores no son quienes aparecen en los permisos.
El río ha sido históricamente desdeñado por la ciudad.
Los vendedores de la carrera 41 entre las calles 34 y 37 se acogieron a la autorregulación de sus negocios en el espacio público.
Afirman que la modalidad es amigable con el medio ambiente.