Se trata del actual arzobispo de Bogotá, quien desde su nombramiento ha desempeñado un papel destacado en la Iglesia en Latinoamérica, abogando por el diálogo y la reconciliación en un país marcado por décadas de conflicto armado.
Pese a la larga tradición de marcar como festivo celebraciones cristianas, esta fecha no sigue esa línea y se considera un día laboral normal.
La imagen que saldrá a recorrer las calles céntricas de la capital sucreña es una réplica.
Francisco afirmó que esto “nos hace pensar en nuestros antepasados, en nuestros abuelos y en la riqueza de todos los ancianos”.
El exclérigo aseguró que la soledad lo aquejaba desde hace mucho tiempo.