Los jóvenes de 16 años fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para el restablecimiento de sus derechos.
Los señalados habrían participado en el transporte y activación de los camiones cargados con explosivos que dejaron seis muertos y más de 60 heridos el pasado 21 de agosto en la capital del Valle.
Al parecer, serían los conductores de los camiones que transportaban los cilindros bomba.
Los investigadores determinaron que el cuerpo estaba debajo de un colchón inflable, sin mayor protección o cobertura, lo que permitió que los ocho perros chihuahua de la pareja comenzaran a morder los restos de O’Neill.
Según las labores investigativas, en cabeza del general Edwin Urrego, comandante de la Mebar, se pudo establecer que los jóvenes venían cometiendo diferentes hurtos en el sector norte de la ciudad de Barranquilla.