Se trata del primer escándalo del año en la industria del espectáculo.
El jurado ordenó al mandatario electo de Estados Unidos pagar cinco millones de dólares.
Además, el juez inhabilitó al señalado para ejercer cargos y funciones públicas.
Su caso nos recordó que la violencia sexual masculina no es solo una cuestión de monstruos y hay que saber identificarla, pero ante todo: no normalizarla.
El hombre francés cometió este delito durante diez años, en los que dejaba inconsciente a Giséle Pelicot para que otros sujetos también abusaran de ella.