En Sucre-Sucre, el último de los municipios de la Mojana del departamento sucreño, donde el nobel Gabriel García Márquez habitó y en el que inspiró muchas de sus obras, ahora tiene su Malecón Macondo, para rendirle tributo.
La imponente obra en este municipio representa un avance significativo para la promoción turística, en especial en el ámbito cultural e histórico.
El fin de semana se llevó a cabo la inauguración y entrega oficial a sus pobladores por parte de la gobernadora Lucy García Montes, quien indicó que esta obra conecta las historias de Gabriel García Márquez con la identidad viva de la gran región Mojana.
El Malecón Macondo, el nuevo atractivo turístico que atraerá a visitantes tanto nacionales como internacionales, inicia en el primer piso de la Avenida Primera de la localidad, hasta la vista imponente del caño Mojana. Es un espacio que invita a los visitantes a caminar entre los relatos del Nobel y la riqueza cultural que guarda la región.
“Me siento orgullosa de estar aquí como gobernadora entregando estos resultados. Esta es una de las obras más importantes desarrolladas durante este año en el departamento de Sucre. La historia y el tiempo le devolvió a Sucre-Sucre su poder, no lo dejen ir. Este malecón nos abre muchas oportunidades”, afirmó la gobernadora Lucy García Montes durante el acto inaugural.
Por su parte, Isidro Álvarez, de la Fundación Pata de Agua, indicó que al municipio llegan alrededor de 400 visitantes, de los cuales el 45% son turistas internacionales, atraídos por la historia y el legado de García Márquez, por lo que estima que con la obra del Malecón Macondo estas visitas se aumenten.
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El Malecón Macondo posee 7 esculturas y murales artísticos que transportan a los visitantes a las páginas de Crónica de una Muerte Anunciada y La Marquesita de la Sierpe, y que evocan el universo de Gabo, hasta el recorrido por los senderos que conectan la obra con su riqueza natural.
Además hace parte de las apuestas del gobierno departamental para incluir a municipios como Sucre-Sucre y Sincé en la Ruta Garciamarquiana en Colombia.
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El proyecto contempla un área de 600 metros lineales, donde hay sembradas 4.500 plantas ornamentales, instaladas 16 pérgolas, 150 bancas y una fuente con cinco espejos de agua.