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La extraña desaparición y posterior muerte del licenciado, directivo docente, gestor cultural del departamento de Sucre, comunicador radial e integrante del comité del Festival Nacional de Gaitas Armando Rivero Manjarrez encendió las alarmas en el magisterio.

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Su atroz muerte se produce un mes después de que la Asociación de Trabajadores de la Educación de Sucre (Ades) denunciara que en el primer semestre de este 2024 se había registrado el mismo número de denuncias por amenazas e intimidaciones a maestros que hubo en toda la vigencia anterior, cuando fueron 25 casos.

Sin embargo, el presidente de la Asociación de Trabajadores de la Educación (Ades), Ubaldo Corrales Pérez, advierte que en este tema hay un subregistro porque muchos de los maestros víctimas de este flagelo no dan a conocer ante ellos sus casos, sino que lo hacen directamente ante la Fiscalía General de la Nación y esa denuncia la presentan en la Secretaría de Educación Departamental, por lo que advierte que los casos son más.

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El directivo sindical siempre ha dicho que la escuela es territorio de paz y por ende debe estar apartada de todo problema, de todo riesgo, pero lo ocurrido con el profesor y rector Armando Rivero “demuestra que a los violentos poco o nada les importa la vida, no la respetan como derecho fundamental y por eso hemos sido reiterativos, sin que se nos preste la atención debida en el departamento, en que debe haber unas mejores actuaciones y tratamientos a estos casos porque estamos en riesgo, la escuela, la educación está en riesgo por amenazas y extorsiones”.