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A lo largo de la historia, entre tormentas y mar en calma, los pescadores del Golfo de Morrosquillo se han visto enfrentados a todo tipo de situaciones durante el desarrollo de su oficio de pesca artesanal. Esos asuntos adversos llegan a sus orillas representados en pesca ilegal o de arrastre, con explosivos y la poca aparición de especies que se veían mucho más antes.

Sin duda, una de las situaciones que más les preocupa a los pescadores artesanales en los últimos años son los derrames de sustancias que se vierten en el mar durante el desarrollo de las actividades portuarias en el terminal marítimo de Ecopetrol y Ocensa en Coveñas.

El más reciente ocurrió la tarde del martes cuando durante el mantenimiento de una monoboya TLU, lo que controlo el cargue del crudo del terminal a los barcos, apareció una sustancia química en el mar fuera del área delimitada para el procedimiento que estaban haciendo.

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Este tipo de emergencias, según las agremiaciones de pescadores, debilita el ecosistema marino lo cual se ve reflejado en un impacto negativo para la consecución de peces. Una de las que se pronunció fue Confepescar, con operación en Tolú, la cual alberga a más de 15 mil 600 familias que viven de la pesca en el Golfo de Morrosquillo.

'Nosotros como confederación de pesca de todo el litoral Caribe, levantamos la voz y les exigimos una operación más limpia y acorde a la sustentabilidad del medio marino donde ustedes (empresas) se desempeñan. Ante la voz de protesta de los pescadores del Golfo de Morrosquillo, nos vemos en la necesidad de manifestar lo anteriormente dicho. Somos testigos de la poca receptividad que tiene el sector pesquero para ustedes y como tal deberían ser prioridad cada año para su fortalecimiento por el deterioro ambiental que causa la operación de exportación de hidrocarburos', manifestó la asociación en un comunicado.

Por su parte Arnulfo Núñez Morelo, representante de la asociación de pescadores de Caño Lobo, en el municipio de San Antero, indicó que en el caso de su localidad el 65% de la población se dedica a la pesca artesanal y por las limitaciones de elementos de trabajo como buenos barcos se ven obligados a extraer las especies en los alrededores del terminal marítimo donde la pesca se ha visto reducida en gran medida.

'El lecho marino se daña y la pesca disminuye. Antes traíamos hasta 40 libras de pescado, ahora invertimos unos cien mil pesos en cada faena y a veces regresamos sin nada', explicó el pescador.