La primera eucaristía pública por el eterno descanso de María Estella Gómez Mullet se efectuó la tarde de este sábado en la Casa María Reina de la Paz ubicada entre los municipios de Corozal y Morroa.
Por iniciativa de quienes coordinan este sitio de encuentros y retiros espirituales en los que Mary, como la llamaban, nunca faltó, y con sus hermanas en la fe de los grupos Emaús de Sincelejo y Corozal, se efectuó la celebración eucarística en la que sus hermanos, su mamá y su hijo estuvieron presentes y recibieron una vez más las expresiones de afecto y solidaridad en medio de la tragedia que los embarga por el asesinato de su ser querido.
Mary, de 44 años y bacterióloga de profesión, había viajado con sus hijos hacía dos años a los Estados Unidos con el objetivo de cumplir su sueño americano, pero este se frustró desde el 18 de febrero cuando desapareció y fue hallada el 5 de marzo sin vida y enterrada en el patio trasero de la casa que habitaba Roberto Colón, el hombre de 67 años con el que se había casado para legalizar su estadía en ese país y a cambio ella cuidaba de Gladys, la madre de este hombre que está encarcelado por ser el principal sospechoso de este homicidio.
En medio de la eucaristía las hermanas Emaús no pudieron contener las lágrimas al recordar a María Estella como fiel servidora de Dios e integrante del coro.
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María Eugenia Álviz, una de sus amigas, la recuerda como un ser lleno de luz y del amor de Dios y que transmitía mucha paz a quienes estaban a su alrededor.
'Alegre siempre independiente de los problemas que pudiera tener, siempre sirviéndole al Señor y con una devoción muy grande hacia la Santísima Virgen María. Mary ha dejado una huella en el corazón de todos los que la conocimos y sabemos que ya descansa en los brazos de nuestro Señor y esa es la tranquilidad que sentimos en medio de esta tragedia', anotó.
Por su parte Aury Bertel, una de las grandes amigas de Mary, y con la que suele estar en la mayoría de fotografías que circulan en las redes sociales, sostuvo que la trágica partida de María Estella es algo que le ha dado muy duro.
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'Siempre la voy a recordar con esa sonrisa y con la intensidad al servicio de Dios, que era única'.
A su turno Yasmín Barboza recordó a María Estella por su experiencia de un amor vivo de Dios en su vida, 'ella nos deja el legado del amor a través del servicio, pero un servicio que hizo con una alegría desbordante y que contagiaba a los demás. Siempre le quiso servir a Dios en todo momento y no sé cómo dividió su tiempo para estar en todos los servicios'.
Todas las amigas y hermanas en la fe de María Estella la recuerdan por su buena participación en los retiros como servidora y caminante.
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