La celebración religiosa con la que en la mañana de este sábado 17 de octubre la Iglesia Católica en Sucre conmemoró los 18 años del crimen del entonces párroco del municipio de Chalán, José Luis Cárdenas Fernández, estuvo llena de muchos sentimientos.
El clero no solo recordó este hecho, sino también el abandono del Estado a esta población de los Montes de María, incluida la familia del sacerdote inmolado que hoy, coincidencialmente, tuvo un golpe más en sus vidas por la partida de Omar, otro de sus integrantes.
Néstor De la Rosa, el hoy párroco de la Parroquia Inmaculada Concepción de Chalán, le propuso a las autoridades civiles de esta población, entre ellos a la alcaldesa y concejales presentes en la misa, que estudien la posibilidad de que el 17 de octubre, día del crimen del sacerdote José Luis, sea declarado como el Día de las Víctimas del Conflicto Armado en Chalán.
'No es una fecha para que lleve el nombre del padre José Luis ni para que solo se recuerde a él sino a todas las víctimas que dejó el conflicto armado en esta región de los Montes de María. Aunque hay un día nacional Chalán puede tener el suyo, estudien esa posibilidad', dijo el párroco al finalizar la eucaristía que presidió el obispo de la Diócesis de Sincelejo, José Clavijo Méndez.
Agregó el presbítero De la Rosa que se requieren nuevos aires para garantizar una vida lejos del recuerdo y la memoria marcada por la violencia, por las frustraciones propias de quienes vivieron por tantos años abusos, desplazamientos, momentos de tristeza, soledad, angustia, hambre, desesperación y sentimiento de impotencia al ver cómo su vida se iba desvaneciendo a lo largo del actuar bélico y militar.
'Hoy esas personas no reclaman dinero porque los nuevos aires de paz no se arreglan solo con dinero, se necesita, simplemente, inversión humana, hombres y mujeres capaces de tener una experiencia completamente dada al sentimiento de la humanización y capaces de orientar en valores y apoyo a quienes aún hoy se sienten inferiores por su pasado'.
Agregó que exaltar al padre José Luis como esperanza para los chalaneros es justamente lo que se busca hoy, sin olvidar que el mejor sentido de aprender a morir es cuando se equilibra con su desaparición en la sociedad. Hoy parece que esa fecha ha seguido siendo la misma. 'Celebramos un acontecimiento que nos debe llevar a un cambio, pero que solo se ha convertido en una costumbre en donde desde entonces se estigmatizó a este pueblo como violento, pero en donde nadie ha puesto un granito de arena y un interés humano para llevar la esperanza que, estoy seguro, el padre 'Jose' quería desde su pueblo en ese entonces.