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El concierto de una de las bandas del momento en la ciudad de Barranquilla, Morat, ya se palpita desde este viernes.

Y es que en un evento cargado de reflexión y compromiso social, Juan Pablo Villamil, integrante de la banda fue uno de los invitados al conversatorio ‘Aprendizajes fundamentales y política educativa: desafíos estructurales para Colombia’, que se llevó a cabo en la Universidad del Norte.

En la charla también participaron Juan Bedoya, director regional de la Fundación Santo Domingo; Paola Amar, secretaria de Educación del distrito; Andrea Escobar, directora ejecutiva de Empresarios por Colombia y Juan Pablo Aristizábal, director general de la Fundación Aprender a Quererte.

“Queremos que la educación deje de ser solo una frase bonita, una idea repetida, y se convierta en una causa común”, expresó Villamil. “Morat es una banda de músicos colombianos conscientes, y eso implica mirar a fondo lo que pasa con nuestro país. Y lo que hemos visto es que la educación no solo es desigual, sino profundamente injusta”.

Desde su experiencia como artista involucrado en causas sociales, Villamil compartió las razones que llevaron a la agrupación a involucrarse en temas de educación. “Nos preguntamos cómo queríamos ser recordados. Y esa pregunta nos llevó a otra: ¿qué podemos hacer desde nuestra posición? Ver la desigualdad tan de frente, no solo en cobertura sino en la calidad, nos impulsó a comprometernos. Y descubrimos que el problema no es solo que los niños no estén en el colegio, sino que cuando están, muchas veces no aprenden lo básico”.

Johnny Olivares

En su intervención, destacó que “la educación en Colombia está dejando más desigualdad de la que encuentra”, y reveló que tras años de explorar el tema, entendieron que lo verdaderamente transformador está en garantizar aprendizajes fundamentales: leer, escribir, sumar. “Esa fue una de las grandes conclusiones que nos llevó a apoyar iniciativas que le apuestan a eso. Si los niños no aprenden a leer en el momento justo, todo lo demás se cae”, dijo.

Juan Pablo Aristizábal, director general de la Fundación Aprender a Quererte, respaldó esa visión y alertó sobre la gravedad del problema:

“Es un problema tremendamente invisibilizado y por eso hemos decidido sumar esfuerzos y ponerlo en el centro del debate. No podemos seguir viviendo con la realidad de que el 60% de los estudiantes a los 10 años no sepan leer y que el 80% no puedan resolver operaciones matemáticas básicas. Lo grave no es solo que no aprenden, sino que lo hacen en el momento incorrecto. Y eso marca toda su trayectoria educativa”.

Aristizábal enfatizó que hay soluciones efectivas y ya comprobadas. “Esto no es ciencia aeroespacial. Enseñar a leer y a sumar tiene fórmulas que funcionan. Barranquilla es un gran ejemplo de eso. Ya tenemos experiencias locales que están dando resultados y que pueden inspirar al resto del país”.

Barranquilla, una política educativa sostenida

Precisamente, Paola Amar, secretaria de Educación de Barranquilla, explicó cómo la ciudad ha desarrollado una política educativa de largo aliento, dividida en tres generaciones. La primera, desde 2008, se centró en crear infraestructura y garantizar la permanencia escolar; la segunda apostó por mejorar la calidad, con foco en lectura comprensiva; y la tercera, en marcha, busca reforzar escritura, matemáticas, inglés y habilidades digitales desde primaria.

“Hoy 7 de cada 10 niños en Barranquilla leen comprensivamente. Tenemos una metodología propia basada en evidencia, y el reto es que no sean 7, sino 10 de cada 10. Queremos que el inglés y el pensamiento computacional también sean aprendizajes fundamentales, no lujos. Apostamos a que lo que se aprende en lo público esté al nivel de cualquier otra educación”, señaló Amar.