El mundo tecnológico sigue avanzando a pasos agigantados, y en Barranquilla, los niños y jóvenes no se quedan atrás con su ingenio en el campo alcanzando importantes logros. La Fundación IQ, dedicada a la robótica y oriunda de la capital del Atlántico, terminó campeona con tres de sus equipos en las competencias nacionales realizadas en Medellín, el 20 de febrero, clasificándose al Campeonato Mundial de Robótica VEX 2025, que se llevará a cabo del 6 al 14 de mayo en Dallas, Estados Unidos.
EL HERALDO conversó con integrantes y la directora de la institución, quienes remarcaron su felicidad, relataron su preparación para el torneo que los llevó a la cita orbital y brindaron un mensaje acerca de los robots en función del bien de la humanidad. El equipo Blue Storms 17074B se destacó en los Premios Excellence, los Hunters 17074C, por su parte, fueron los campeones Skills (habilidades), de Torneo y Excellence. El tercero, IQ1, compuesto por jóvenes universitarios, también fue galardonado en la competencia de Skills.
Nicolás Ortega tiene 9 años y es el mecánico del equipo Hunters 17074C. Durante dos meses se preparó en su rol para la competencia –y con una curiosidad e ingenio muy visibles– aportó su conocimiento. “Es un momento muy especial en mi vida y uno de los grandes momentos que voy a vivir estando en la Fundación IQ. Tuvimos que hacer más o menos dos meses de trabajo, por lo cual, nos tomó mucho tiempo tomar las ideas para hacer el robot, pero gracias a nuestro programador Daniel tuvimos varias ideas y sacamos adelante esa necesidad de hacer el robot rápido”, señaló.
Para el infante y su equipo no hay nada imposible. Nicolás indicó que asumieron el reto de competir en Medellín en una categoría a la que no pertenecían. Más fuertes fueron sus ganas y valentía en el proceso, viendo los frutos al final: “Lo más difícil de todo fue saber que nos iban a subir de categoría en el torneo internacional porque dijimos, es una categoría que no es la de nosotros, así que tenemos que dar lo máximo para llegar lejos y dejar la vara en alto”.
Ortega afirma que inició en este campo con clases virtuales –que al principio no le gustaban–, pero todo cambió con su ingreso a la Fundación IQ. Asimismo, expresó que sus amigos comentan que es experto en charlas motivacionales, de modo que, además de sus capacidades ya mostradas y valoradas, sumará un tono emotivo y de empuje para seguir con un gran rendimiento en el Mundial de Robótica.
“Un saludo especial que quiero mandar a mi familia, especialmente a mis abuelos, que me estuvieron apoyando en todo este proceso”, declaró Nicolás.
Una mirada al futuro: “los robots no son para reemplazar, son para crear mejores versiones de nosotros mismos”
Helena Araújo Saavedra, de 11 años, se desempeña como programadora y recolectora del equipo. La pequeña subrayó su emoción por el título y clasificación a la gran cita en mayo y reflexionó sobre el lugar que pueden tener los robots en beneficio de los humanos. Se preparaba hasta la noche para obtener el mejor resultado posible en el torneo disputado en la capital de Antioquia.
“Me sentí muy emocionada, porque habíamos hecho mucho esfuerzo y por fin habíamos visto ese gran premio que tanto anhelábamos. Por parte de mi rol fue algo complicado, ya que me tenía que quedar hasta bastante tardecito en el hotel. Un día hacia las 11:00 de la noche”, destacó Helena.
Desde muy pequeña le gustaban los videojuegos, por ejemplo, de disparos como Fortnite. Luego, su mamá le recomendó que también supiera cómo hacerlos. En consecuencia, estuvo en varios cursos de programación de videojuegos. “Un mensaje que la verdad me vino a la cabeza, que yo lo había pensado, porque mi idea es sobre los robots como tal, que los robots no son para reemplazar, son para crear mejores versiones de nosotros mismos”, dijo.
Otra que puso su empeño y fortaleza es Sofía Michelo Martínez, de 9 años, programadora y piloto. La recompensa les llegó –y lo tiene muy claro–, siguiendo la línea emocional y de optimismo de cara al próximo evento. “Me siento muy feliz y emocionada para poder representar a Colombia en Dallas, Texas. Todo el esfuerzo que hicimos fue recompensado. Desde muy chiquita me gustaba la robótica, esperé la edad suficiente, me metí a la robótica y me gusta mucho”, manifestó.
Michelo Martínez dio a conocer lo que desea mejorar en el robot que se presentará en la competencia mundial, con la esperanza de quedarse con grandes resultados: “Queremos hacer un cambio al robot, porque vemos que le falta un poco más de potencia y necesitamos que haga muchos más puntos de lo que hace ahora”.

Para Sofía debe haber más jóvenes dedicados a la tecnología y la robótica, una idea que reinventa las maneras en que se pueden divertir y dedicar su tiempo a momentos muy productivos. “Me gustaría que hubiera más jóvenes en la robótica, que es algo muy chévere de aprendizaje, motivar a muchos jóvenes y niñas para que se metan a la robótica”, mencionó.
Laura Valentina Martínez, de 13 años, cumple los roles de diseñadora y mecánica. Lloró de la emoción después del torneo nacional –y no duda en motivar a las generaciones actuales y venideras para que se enfoquen en la robótica–: “Es un espacio muy productivo para los niños, nos ayuda a tener el tiempo ocupado de cosas importantes. Más gente estudiando eso, más gente enfocándose y más niños también”.
Con respecto a sus próximas funciones para mejorar robots, Laura Valentina indicó: “Vamos a empezar a hacer un robot de cero que haga mejor los puntos, que cumpla mejor el reto y sea más resistente”.
Igualmente, no podía faltar la dirigente del proyecto. Claudia Martínez, directora de la Fundación IQ, se sintió muy conforme por el desempeño de los niños y jóvenes de la institución. Contó cómo empezó la compañía con un elemento diferencial y centrado especialmente en el campo tecnológico y su entrenamiento en las competencias.
“El esfuerzo de mis niños y jóvenes valió la pena. Duraron desde el mes de mayo pasado hasta febrero dando el todo por el todo para lograr representar a Barranquilla y demostrar que es territorio STEAM (enfoque educativo que integra ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas), y con este gran logro obtuvimos tres cupos para representar a Colombia en el Mundial de Dallas, Texas”, expuso la ejecutiva.

La invención de la Fundación IQ
La Fundación IQ inició sus actividades en 2019. Fue una creación de cinco parejas de padres que visualizaban que en Barranquilla no existían los espacios suficientes para que los niños exploraran la tecnología y la robótica, modelos que les atraían de forma elevada.
Arribó la pandemia del COVID-19 y el proyecto debió detenerse, aunque, afortunadamente, se reinició en 2022. En palabras de Martínez, luego de la participación de Colombia por 15 años en eventos de robótica, la Fundación disputó el Mundial de Dallas, Texas, en 2023, y terminó como el primer equipo en ganar el segundo mejor premio, el premio al diseño.
La mujer señala que es un proceso muy grande, debido a que los niños y jóvenes inmersos en el programa dejan de lado el jugar videojuegos o ir a parques, entre otras vivencias, para centrarse en el mundo tecnológico y robótico, que para ella da un crecimiento intelectual mayor.
“Hay unos espacios diseñados para ustedes para que incentiven su crecimiento intelectual. La robótica es una ciencia que va avanzando a pasos agigantados y no está buscando quitarnos a nosotros el trabajo, sino al contrario, hacernos la vida más fácil”, aseguró Claudia.
Finalmente, Claudia Martínez invitó a la comunidad empresarial, a todas las empresas que puedan apoyarlos para que los niños cumplan su sueño de ir al Mundial en Dallas, Texas, teniendo en cuenta sus situaciones económicas. Además, agradeció al empresario Christian Daes, quien a través de la Fundación Tecnoglass, respalda los viajes de la institución.