¿Qué sería del Carnaval sin la música? En efecto, perdería la esencia. Esos ritmos e instrumentos que le dan vida al folclor Caribe son tan protagonistas como las danzas, la monarquía y todos aquellos elementos que han enriquecido esta fiesta patrimonial.
Luego de haber vivido todo un frenesí barranquillero en la Lectura del Bando del pasado 18 de enero, en la noche soñada de Tatiana Angulo Fernández De Castro y Gabriel Marriaga con su coronación, todo estaba preparado para sentir una ‘Sinfonía del Carnaval’.
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9:15 p.m. Todos tomaron sus asientos para observar con atención la puesta en escena que brillaría con más de 400 danzantes que ensayaron durante días bajo la batuta de los directores artísticos, Mónica Lindo y Pedro Díaz.
Con batuta en mano, la reina Tatiana abrió sus brazos convertida en la directora de una orquesta. Fuegos artificiales iluminaron el cielo y los inmigrantes desembarcaron en Puerto Colombia. Todos en busca de las mejores melodías.
“Es muy difícil poder decir en cuatro estrofas y tres minutos todo lo que se puede sentir cuando a tu tierra rindes tributo”, sonaron las estrofas de ‘A Barranquilla’, de Dimensión Latina.
Los inmigrantes pudieron apreciar que Barranquilla era su ciudad, mientras la reina dirigía desde lo alto esta salsa que tanto identifica a los curramberos.
En este momento la música tropical se hizo presente, sellando así el gran primer momento de cinco escenas llenas pura magia Caribe.
El sabor de los timbales, el llamado de las trompetas y un buen mambo seguían llenando de sabor la apertura del espectáculo.
El rey Momo, Gabriel Marriaga, se sumó a esta pista de baile merenguera mientras pintaba el rostro de la soberana dándole paso con ‘¿Qué hiciste abusadora?’.
El rey de Oro
¿Cómo se goza de una fascinante cumbia sin la grandiosa flauta de millo? Este instrumento tan fundamental en la fiesta fue el hilo conductor de esta segunda escena.
Es este el momento en donde el rey Momo, gran cumbiambero de oro le hace entrega a la reina de esta herramienta.
¡Juepa je! Sale la cumbiamba El Manbacazo, logrando así su primera aparición en un show de coronación rindiéndole honor a su majestad, la cumbia.
Y con ellos el Cumbión de Oro con su camcamán, Gabriel Marriaga Tejada. “Así baila el Cumbión”, sonaba mientras el rey Momo 2024, Juventino Ojito le hizo entrega de la corona que lo acredita como un embajador más de esta celebración.
Tributo a los ancestros
¡Bienvenido sea el tambor! El bullerengue, el latido de los ancestros en la voz de la cantasdora Lina Babilonia.
Y de allí al Congo Grande de Barranquilla, la danza más antigua de las carnestolendas, haciendo honor a esta manifestación de que con sus saltos y vestimenta rememoran la valentía de los cimarrones en tiempos de esclavitud.
El mapalé con su admirable energía es un homenaje a la libertad y la fuerza de los africanos traídos a estas tierras y también fue protagonista en esta tercera escena que evocaba toda la ancestralidad que llegó para quedarse en el Carnaval.
¡Qué suene el gran himno del Carnaval!
“Yo te amé con gran delirio, con pasión desenfrenada”, es quizá uno de los temas que más quedó en la memoria de los barranquilleros luego de que Shakira lo entonara en medio de sus dos shows en Barranquilla.
Ese ‘Te Olvidé’ que desde hace más de seis décadas ha protagonizado la celebración aprecio esta vez en la potente voz de la barranquillera Maía, una gran sorpresa que el público ovacionó.
En compañía de garabatos, la cantante le dio paso a una cuarta escena difícil de olvidar.
¡Aquí está la reina!
El tan esperado momento. Ese que Tatiana Angulo Fernández de Castro había soñado desde que bailaba con su manada de gorilas siendo apenas una niña, llegó a las 10:14 p.m.
Apareció en escena la soberana del Carnaval de Barranquilla 2024, Melissa Cure Villa para hacerle entrega del cetro y poner sobre la cabeza de Tatiana la corona que ella misma develó el pasado martes titulada ‘Pasión de Carnaval’ y que le rinde homenaje al legado real que heredó de su familia, a las danzas patrimoniales y al semillero de la fiesta.
La soberana lució un vestuario creado por Alfredo Barraza y titulado ‘Latido Incandescente’, definido como la manifestación viva del corazón ardiente de la ciudad. Es el rojo intenso de la pasión, el dorado del resplandor de su gente y el fucsia vibrante del goce desbordado.
“Barranquilla vamos a pasarla bacano y demostrarle al mundo que en Barranquilla se baila así. Gracias por este sueño que se me acaba de cumplir”, fueron las palabras de la soberana.
Ahora sí, Barranquilla, aquí está tu reina y con ella empiezan cuatro días de pasión desenfrenado donde pasarla bacano es la única ley que vale.
