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Minutos de espera que parecían eternos. La ansiedad se sentía con el pasar de las horas. Algo grande estaba por ocurrir. Miles de almas, un solo grito. El Estadio Metropolitano se engalanaba, pero esta vez no era por un gol ni por la pasión del fútbol. Era por ella. Shakira había vuelto.

Fueron 19 años de ausencia con un tour, una eternidad para una ciudad que nunca dejó de aclamarla. Y seis años desde la última vez que su voz se escuchó en un escenario barranquillero.

Demasiado tiempo sin escucharla cantar en vivo, sin verla moverse con esa mezcla de fuego y cadencia que la convirtió en un ícono mundial. Pero la noche de este jueves la espera llegaba a su fin.

En las gradas más de 40 mil almas gritaban su nombre. Las pancartas no tenían escudos de equipos, sino frases de amor para la artista que llevó el nombre de Barranquilla por el mundo. “Shakira, bienvenida a casa”, se leía en carteles de colores. “Barranquilla es tuya”.

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10:00 p.m. Las luces se apagaron. De pronto, en las gigantescas pantallas, apareció ella. O mejor dicho, una versión animada de Shakira saliendo de un desierto infinito portando gafas oscuras. Y entonces, un aullido se escucho. La loba anunciaba su llegada con su anhelado ‘Las mujeres ya no lloran World Tour’.

Ya no eran videos en una pantalla. No era un recuerdo, ni un clip de archivo de su última vez en casa. Era real. “Buenas noches, Barranquilla”. Era Shakira, estaba ahí, frente a su gente, en su tierra. Como si fuera la primera vez, la barranquillera abrió la noche como en cada inicio de gira con La Fuerte.

Bajo las luces del escenario, apareció con un conjunto blanco que resplandecía con los detalles brillantes de su chaqueta y la cintura de su pantalón. Imponente, luminosa, inalcanzable y, al mismo tiempo, más cerca que nunca.

Luego llegó el turno de Girl Like Me, el tema lanzado en 2020 junto a Black Eyed Peas y que se convirtió en un fenómeno global gracias a su pegajoso ritmo y su icónico videoclip, que inspiró millones de recreaciones en redes sociales.

Allí la barranquillera optó por un conjunto de dos piezas dorado y unas botas del mismo color. Es completamente brillante y resalta su figura.

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“Estoy feliz de estar aquí en casa, en mi casa, es un sueño hecho realidad cantar entre los míos: mi familia, mis hijos, mi madre y cantar para ustedes que me vieron crecer y para los que crecieron conmigo también. No hay nada como cantar en casa y definitivamente no hay mejor encuentro que el de una loba con su manada barranquillera. Esta noche somos uno”, declaró Shakira luego de interpretar uno de sus clásicos Estoy aquí.

Guitarra en mano. Euforia total y suena Inevitable. Entre lágrimas su fan corean la exitosa canción mientras la barranquillera ilumina la tarima con un vestido blanco que terminaba en tiras, el toque perfecto para un look roquero.

Los fanáticos presentes en la primera de las cinco fechas que la barranquillera hará en Colombia vibraron sin descanso con la energía, pasión y entrega que en cada canción entregó la reina del pop latino, quien en medio de su presentación celebró los galardones obtenidos en la ceremonia de los Premios Lo Nuestro en Miami, que también se celebraron anoche.

La shakiromanía presente

Fueron cinco filtros los que se dispusieron en los alrededores del escenario deportivo para que las autoridades tuvieran un mejor control de quienes acceden. Una vez superaron ese filtro los fanáticos pasaron dando brincos de la emoción. Entre quienes lo lograron alrededor de las 4:15 p. m. estuvo Jackelin Ortiz, quien llegó en su silla de ruedas. Dándola toda desde el principio, ella tarareaba cada canción que se escuchaba en los alrededores.

“Estoy feliz de estar aquí, ella es una de las mujeres más poderosas que conozco, una mujer que empodera y que mueve sus caderas conquistando al mundo, yo también sé moverme desde mi silla de ruedas y le muestro a todos cómo es que se baila en Barranquilla”, dijo Ortiz mientras agitaba parte de su cuerpo al sonar de Hips Don’t Lie.

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Otro de los momentos icónicos fue la manada que la acompañó en la salida al escenario. En Brasil y Perú ya apareció con un grupo de 40 personas. En Barranquilla, la ciudad de origen de la artista, todo fue diferente, el número de lobos aumentó y la artista contó con 70 fans.

Andrea Quevedo, líder del club de fans Shakira Bogotá, se mostró feliz por ser parte de esta experiencia y por estar en la ciudad natal de su ídolo.

“Es indescriptible poder estar aquí, se siente un ambiente único, el barranquillero sí que sabe recibir y tratar a las personas y de veras que es emocionante estar en este estadio por todo lo que representa para nuestro orgullo nacional y porque en esta ocasión se llena de la mejor música gracias a nuestra Shakira que es un orgullo colombiano”, dijo notablemente emocionada la barranquillera.

Carlos Consuegra, presidente del Club de Fans Estoy Aquí, dijo que llegó hace tres días a la ciudad y ha podido disfrutar de todo el calor humano que ofrece la ciudad. “He visitado ese malecón tan hermoso que tienen, la estatua de Shakira y también hemos comido delicioso, y ahora estamos listos para respaldar a Shakira en esta misión que tenemos, porque para mí es una misión importante poder estar al lado de ella junto a otras 69 personas que vienen de otras ciudades”.

También, para ver a Shak, fanáticos de todo el país recorrieron miles de kilómetros para presenciar este magno evento. Entre la multitud que desde temprano hizo fila para ingresar al recinto, un grupo de fanáticas destacó por su acento valluno. Vinieron desde Cali y su travesía comenzó meses atrás, cuando decidieron que no podían perderse el regreso de la artista a su tierra.

“Desde octubre creamos el grupo y nos organizamos para venir. Nuestra ruta incluyó una escala en Bogotá antes de aterrizar en Barranquilla en la mañana”.