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El regreso de Shakira a Barranquilla ha generado todo tipo de emociones. Dieciocho años han pasado desde la última vez que la barranquillera trajo una gira mundial a su tierra, y seis desde su último show en Colombia.

Su llegada para los esperados conciertos en el Estadio Metropolitano ha tenido a la ciudad expectante, donde cada detalle de su estadía ha sido seguido de cerca por sus fanáticos.

Sin embargo, a pesar del entusiasmo y las multitudes que han salido a recibirla, la estrella ha mantenido un bajo perfil, con una razón de peso: su padre, William Mebarak, cuya salud sigue siendo su prioridad absoluta.

Desde el martes en la noche, cientos de fanáticos se volcaron al Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz con la esperanza de ver a la artista, aunque fuera por unos segundos. Con pancartas, camisetas y banderas, coreaban su nombre mientras monitoreaban cualquier movimiento en la zona de vuelos privados. Sin embargo, Shakira arribó en la madrugada por la zona de carga.

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La cantante ingresó a la ciudad de manera discreta, evitando el contacto con las multitudes para dirigirse directamente a casa de sus padres, ubicada en el edificio Bellagio. La noticia corrió rápidamente, y varios de ellos aún con la decepción de no haberla visto en el aeropuerto, se trasladó a las afueras del edificio Bellagio, residencia de sus padres, con la esperanza de un breve saludo.

Ante la insistencia de los seguidores, quien sí apareció fue su hermano y mano derecha, Tonino Mebarak, quien no dudó en agradecer el gesto de los fans, pero explicó a EL HERALDO la razón de la ausencia de la artista.

“Gracias por estar aquí, la verdad hemos cancelado todo. Antes de venir nos tuvimos que hacer unas pruebas respiratorias para no exponer la salud de nuestro padre. Teníamos mucha pena porque ya se había programado todo un recibimiento, pero debido a mi papá cancelamos todo y evitamos el contacto con la gente. Igual queremos agradecerle a todos los que la esperaron, fue un gesto muy lindo”.

La salud de William Mebarak es la prioridad número uno de Shakira en este momento. A sus 93 años, el padre de la cantante ha atravesado varias complicaciones de salud, y su hija, que lo ha acompañado en cada paso de su recuperación, ha decidido evitar cualquier riesgo.

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Otro de los aspectos que llamó la atención es que Shakira no ha realizado pruebas de sonido previas a su show. Tonino también se refirió a este tema, explicando que la cantante ha preferido no salir para pasar la mayor cantidad de tiempo posible con su padre. “Hoy no creo que se hagan, pero mañana posiblemente sí”.