El rey Carlos Gustavo de Suecia entregó este martes los premios Nobel, a diez hombres y una mujer, durante una ceremonia en la que se glosaron sus logros, como los aportes a la Inteligencia Artificial, que tiene “aplicaciones revolucionarias”, pero necesita de normas, dijo la presidenta de la fundación Nobel, Astrid Söderbergh.
Los nuevos nobel recibieron de manos del rey la icónica medalla y el diploma durante una sobria ceremonia en la que los premiados se limitan a hacer un saludo al monarca, otro a los miembros de las academias que deciden los galardones y otro a público.
Leas aquí: Juanes lidera campaña cívica “Corazón inmenso”
El acto, presidido por los reyes Carlos Gustavo y Silvia, junto a la princesa Victoria y su esposo, el príncipe Daniel, se celebró en la Sala de Conciertos de Estocolmo y comenzó con el discurso de Söderbergh.
La única mujer en salir airosa este año fue la novelista surcoreana Han Kang, con el galardón en Literatura, por su intensa prosa poética, que se enfrenta a traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana.
En la obra de Han se encuentran dos colores: el blanco de la nieve que cae y corre un velo protector entre el narrador y el mundo, pero también el color de la pena y la muerte; y el rojo, que representa la vida, el dolor, la sangre, “los profundos cortes de un cuchillo”, dijo en su presentación Ellen Mattson de la Academia Sueca.
Le puede interesar: “El vallenato es algo que me llevo del Caribe”: Alex García, director de ‘Cien años de soledad’
En el mundo de Han, “las personas están heridas, son frágiles, en cierto sentido débiles”, pero poseen la fuerza suficiente, y del tipo justo “para dar un paso más”.