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Barranquilla se prepara para celebrar nuevamente el Fin de Semana de Tradición en su histórico epicentro, la Plaza de la Paz, los días 7, 8 y 9 de febrero de 2025. Tras la polémica generada en 2024, cuando el evento se trasladó al Coliseo Sugar Baby Rojas, causando molestias entre los hacedores del Carnaval, este lunes se confirmó que el evento regresa a su tradicional escenario.

La decisión, celebrada por muchos carnavaleros, devuelve al evento su esencia al aire libre, permitiendo que las danzas, comparsas y expresiones folclóricas se desarrollen en el espacio que ha sido testigo de años de tradición.

“La Plaza de la Paz se convierte nuevamente en el corazón de nuestra cultura. Las danzas y comparsas harán una cipote fiesta durante tres días, tal como lo soñamos con nuestros hacedores que nos inspiran a trabajar por un Carnaval que honra su esencia y se construye entre todos”, afirmó a EL HERALDO la gerente de Carnaval S.A.S., Sandra Gómez Molina.

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El evento contará con un variado despliegue de talento durante tres días consecutivos, en un mismo escenario, donde los hacedores presentarán sus majestuosas puestas en escena. “Es un tributo a la grandeza y diversidad cultural de nuestra fiesta”, agregó la gerente.

Pero, ¿por qué se generó la controversia cuando fue anunciado el Coliseo Sugar Baby Rojas. Una integrante de comparsa de fantasía, Alejandra Hérdenez le contó a este medio las razones.

“No queríamos el Sugar, el Coliseo Sugar, Baby Rojas, por las malas condiciones en las que estuvimos este año. Según entiendo, iban a hacer algunas adecuaciones como una tarima y garantizar abanicos, pero no era adecuado. Es un escenario deportivo, no diseñado para un evento como el Fin de Semana de la Tradición, que incluye tres días de fiesta, festival de danzas especiales, comparsas y cumbias”.

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El 2024 fue un año difícil para las comparsas, quienes tuvieron que enfrentarse a problemas de acústica, iluminación y seguridad en el Sugar Baby Rojas. “La música se apagaba, las luces también, y muchos bailarines se resbalaban. Era un riesgo, y Carnaval tendría que responder si sucedía algo grave. Qué bueno que recapacitaron y vieron que sí era posible darnos el espacio que solicitábamos”.