La justicia estadounidense negó este miércoles, por tercera vez, la libertad bajo fianza al rapero y productor musical Sean ‘Diddy’ Combs, quien enfrenta graves acusaciones de tráfico sexual y extorsión desde su detención en septiembre.
La decisión fue tomada por el juez federal de Manhattan, Arun Subramanian, quien argumentó que no existen garantías para proteger la seguridad de las víctimas y otros implicados en el caso.
El próximo mayo de 2025, Combs, conocido también como Puff Daddy, comparecerá ante un tribunal penal federal para responder a los cargos de haber usado su influencia en la industria musical para sostener un sistema violento de trata de personas.
A pesar de haberse declarado inocente, las autoridades han rechazado sus solicitudes de libertad condicional en varias ocasiones, citando riesgos de seguridad y alegaciones de que el rapero habría intentado contactar testigos de manera no autorizada desde la prisión.
Lea también: TikTok vetará los filtros de belleza a los menores de 18 tras denuncias por salud mental
Un proceso rodeado de controversias
La fiscalía argumentó la semana pasada que Combs, de 54 años, utilizó canales de comunicación no permitidos para intentar influir en testigos, lo que sumó peso a la decisión del juez de mantenerlo bajo custodia.
Durante su última comparecencia, celebrada el viernes pasado, el artista llegó vestido con el uniforme de recluso y acompañado de algunos familiares, reafirmando su petición de ser liberado, la cual fue nuevamente negada.
Esta situación marca un punto crítico en la carrera de uno de los íconos más influyentes del hip-hop. A lo largo de décadas, P. Diddy construyó un imperio musical y empresarial que lo posicionó como una figura clave en la industria.
Sin embargo, su imagen comenzó a tambalearse tras las denuncias reveladas en 2023, entre las que se incluye una acusación de violación interpuesta por la cantante Cassie, su exnovia, caso que fue cerrado mediante un acuerdo extrajudicial.
Mientras continúa su proceso, Sean Combs permanece en una prisión de Nueva York, enfrentando un futuro incierto que podría redefinir su legado en la música y la cultura popular.
Esto fue lo que encontró un hombre en un lugar que le alquiló al rapero
Jason Haight contó que el 3 de mayo de 2014 el rapero celebró la fiesta de cumpleaños de su amigo el también cantante Meek Mill, en su palacio que tenía para alquilar.
En una entrevista con ‘Daily Mail’ Haight sostuvo que al día siguiente de la fiesta encontró las habitaciones desordenadas y “asquerosas”.
“Había botellas de alcohol rotas, condones usados, sangre en la ropa de cama, polvos, cientos de hojas de afeitar, lubricante en los tocadores y en los pisos de mármol. Encontré bragas, sujetadores e incluso dos iPhones en los arbustos detrás de la bolera”, narró.
También destacó que vio un video donde aparecen ese día celebrando el comediante King Bach, el cantante French Montana, el rapero Lil Durks y otros artistas.
Todos ellos pertenecían al sello discográfico Dream Chasers Records. Cuenta que en el video se ven a bailarinas exóticas que tenían máscaras en sus rostros, mujeres con sujetadores pequeños.
Lea también: Moy’s Restaurante-Bar pierde a su fundador Iván Tarud
Igualmente, dijo que en abril de 2024, el asistente personal de ‘Diddy’ se volvió a comunicar con él para alquilar el palacio también para una fiesta.
Explicó que el alquiler le costó 25 mil dólares: “Me dieron una estimación aproximada de 850 invitados y se presentaron unos 900 invitados”.
“Dijeron que esta política exigía el uso de detectores de humo en todas las áreas de las casas y casas de huéspedes que se instalarían temporalmente y se retirarían después del incidente. Solicitaron que todas las cerraduras de las puertas interiores de los dormitorios se pidieran nuevas y se dejaran sin abrir a su llegada por motivos de seguridad”, describió el hombre.