Para la profesora Osorio recibir la noticia fue un momento de orgullo y recuerda con emoción los pasos que la llevaron hasta este punto: “lo que más me enorgullece es el reconocimiento no solo a mi trabajo, sino a la Universidad Nacional de Colombia, donde he podido darle clase a más de 3.000 estudiantes en pregrado y contribuir a la formación de más de 60 estudiantes en pregrado y posgrado durante su paso por mi Grupo de Investigación Aditivos Naturales de Aroma y Color (Ganac)”.
Este premio, otorgado por la American Chemical Society (ACS) y la Latin American Federation of Chemical Associations (FLAQ), que se encuentra en su tercera edición, tiene como objetivo promover la igualdad de género en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe, pero también busca reconocer a mujeres científicas que han realizado contribuciones relevantes y una investigación destacada en el campo de la química y ciencias relacionadas.
La profesora Coralia, 36 años después de haber estudiado la carrera que anheló desde el colegio, recuerda que en 1988 era una joven aspirante a Química, tomando clases junto a 20 estudiantes, de los cuales solo 2 eran mujeres, y “una de ellas se retiró a los 8 días”.
Hoy, con una trayectoria de más de 27 años en la docencia y la investigación, ha contribuido a la formación de más de 40 mujeres en química, y sin lugar a dudas ha dejado una huella significativa en el campo de la química de alimentos y productos naturales.
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Una trayectoria dedicada a los frutos
Su trabajo se ha centrado en el estudio de frutas tropicales como lulo, gulupa y guayaba, entre muchos otros, aprovechando la rica biodiversidad de Colombia, segundo país más biodiverso del mundo y uno de los principales productores globales de frutas tropicales.
Por ejemplo, los alimentos funcionales, que son aquellos que contienen componentes beneficiosos para la salud, que ayudan a prevenir o modular enfermedades asociadas con el estilo de vida –como la hipertensión, el colesterol alto y la glicemia elevada– forman parte de una de las líneas de investigación en las que ha trabajado la académica y que más ha atraído la atención de la comunidad científica internacional.
De hecho, la profesora Osorio tiene estudios recientes sobre frutas tropicales colombianas, como el lulo, en la que detectó compuestos con actividad antihipertensiva. “Encontramos que ciertos compuestos presentes en los frutos tienen una actividad que inhibe la enzima ACE-1 (angiotensin converting enzyme), involucrada en el proceso de regulación de la presión arterial”, explica.
También ha sido pionera en técnicas de microencapsulación de extractos de frutas tropicales, que en palabras simples es una técnica que permite suministrar un vehículo para que el cuerpo absorba mejor los componentes beneficiosos de los alimentos. “Se obtienen cápsulas del tamaño de micras que protegen los nutrientes hasta que llegan a donde nuestro cuerpo los necesita”, enfatiza.
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Sin embargo, el reconocimiento a su labor va más allá de sus contribuciones científicas, pues para la profesora Coralia Osorio uno de los aspectos más gratificantes de su carrera ha sido la formación de nuevas generaciones de científicos, especialmente mujeres. “He tenido el privilegio de acompañar a muchas de ellas en su camino hacia el doctorado y la maestría permitiendo simultáneamente su desarrollo personal en otros ámbitos”.
También reconoce que el camino no ha sido fácil, especialmente en un contexto como el latinoamericano, donde la financiación para la ciencia es limitada. “A veces toca trabajar con las uñas, pero aun así hemos logrado resultados que compiten internacionalmente. Este premio no solo es un reconocimiento personal, sino también para la UNAL y para todos los investigadores que, desde un país en vías de desarrollo, seguimos adelante”.
La docente Osorio se ha ganado un lugar en especial en la investigación química de alimentos, como lo evidencian las casi 4.000 citas de otros científicos a sus investigaciones. Además comenta que ha participado en más 34 proyectos de investigación y presentado sus hallazgos en más de 120 congresos.
Pero lo que más llena su corazón es enseñar: “lo que más resalto de la labor docente es la interacción con los estudiantes; es algo que disfruto, que me nutre día a día y es gratificante recibir un reconocimiento en esta categoría”, concluye.