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Barranquilla no ha dejado de homenajear a uno de los artistas más emblemáticos de su historia cultural: Alejandro Obregón. Reconocido por su maestría en plasmar en el lienzo la esencia del Caribe colombiano, el pintor no ha sido olvidado en la ciudad que lo acogió y en la que encontró la inspiración para crear obras que, hasta el día de hoy, forman parte esencial del patrimonio artístico de la nación.

El Banco de la República se ha unido a esta conmemoración con una exposición especial dedicada al pintor, exhibiendo una colección que abarca diversas etapas de su carrera, desde sus primeros trazos hasta las grandes obras que le otorgaron reconocimiento internacional.

De acuerdo con la subgerente cultural del Banco de la República, Ángela María Pérez, esta es una invitación abierta a reflexionar y a compartir esa reflexión sobre la vasta y rica cultura del Caribe colombiano, desde una mirada única que siempre estuvo en diálogo con su entorno.

“Es importante porque una de las cosas en las que queremos trabajar es en la memoria de las artes plásticas en Barranquilla, en torno a este telón de boca que es sin duda un patrimonio de la ciudad, un patrimonio del país. Entonces traer estas obras que son de la colección de arte del banco para darle contexto al telón es una buena manera de abrir la conversación, además de continuar lo que estamos haciendo con la Ruta Obregón, que es una forma de conversar con la ciudad sobre su patrimonio”.

La exposición presenta 13 obras seleccionadas que permiten al espectador sumergirse en un universo donde el arte se encuentra con las leyendas y los ecosistemas del Caribe. Entre estas, destaca la icónica leyenda del Caimán con ‘Se va el caimán’, plasmada con fuerza en un intenso lienzo que captura la mítica figura del hombre de Boca.

La muestra estará abierta al público hasta el 8 de febrero del 2025 desde las 8:00 a.m. hasta las 3:00 p.m. con entrada gratuita a través de la carrera 46.

Su relación con la naturaleza

Con un enfoque en el diálogo entre la naturaleza y la técnica, el director de la Unidad de Artes y Otras Colecciones del Banco de la República, Nicolás Gómez, manifestó que la exposición busca conectar al público con la riqueza cultural del Caribe colombiano y la maestría de Obregón en su representación.

“En el momento en que estábamos organizando la exposición, queríamos dar contexto a la vida natural. Tenía como objetivo narrar no solo la relación de Obregón con la naturaleza, sino también ofrecer una mirada a su evolución técnica y su experimentación artística”.

La muestra está estructurada en cuatro secciones principales, destacando diferentes fases de la carrera de Obregón. En la primera de ellas, se encuentra una pintura emblemática: la Pintura del Pez. Esta obra ilustra un momento temprano en su carrera, donde el ánimo experimental y transformador de Obregón es evidente.

“Es ese impulso de cómo artísticamente puedo transformar algo tan simple como un plato de pescado servido frente a mí, cómo lo hago mío y lo traduzco en mi propio lenguaje visual”.

La segunda sección presenta una obra igualmente significativa, Ícaro Calcinado, que fue parte de una exposición en 1967 y luego premiada en la Universidad de São Paulo ese mismo año. Esta pintura es un ejemplo clave del dominio del color complementario en la obra de Obregón.

“Uno puede acercarse a pequeños detalles de la obra, seleccionar pedazos de un centímetro cuadrado y ver ese ejercicio de vibración cromática”.

El nieto de Gabo se dejó atrapar

La exposición atrajo a artistas, críticos y amantes del arte, y también a figuras como el nieto del Nobel Gabriel García Márquez, Mateo García, quien llegó acompañado de su amigo Valentín, en medio de una investigación sobre la cultura del Caribe, y no quiso perder la oportunidad de sumergirse en la obra del maestro del color.

“Supimos que había una exposición de Alejandro Obregón, y estoy con mi amigo Valentín investigando un poco la cultura del Caribe, así que vinimos aquí como parte de esa investigación”, comentó.

Frente a los fantásticos lienzos del pintor, destacó la maestría con la que Alejandro Obregón representaba el Caribe colombiano. “Extraordinarias, y una muy buena muestra de arte caribeño, que era lo que yo venía a ver”.

Fortalece la oferta cultural

El secretario de Cultura de Barranquilla, Juan Carlos Ospino, expresó su satisfacción por este nuevo aporte al patrimonio cultural de la ciudad.

“Es muy importante para la ciudad de Barranquilla porque fortalece nuestra oferta cultural, nuestra oferta artística, y ratifica una vez más el aprecio que tiene Obregón para todo el Caribe colombiano”.